STAFF/O.Melissa García-@OmaidaMelissa
A los más de 2 mil estudiantes que esta tarde marcharon de Ciudad Universitaria hasta el monumento a las Tarascas para recordar con una verbena popular la lucha estudiantil del 2 de octubre de 1968, el aguacero les nubló el evento a realizarse por fuera de Palacio de Gobierno.
Estudiantes de 13 Casas de Universitarios agremiados a la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) acompañados del Frente Nacional de Lucha Social (FNLS) y el Movimiento Institucional Revolucionario (MIR) se resguardaron de la lluvia luego de la marcha para conmemorar los 50 años de la matanza de Tlatelolco en la Ciudad de México.
A pesar de no tener claro a qué se debía el movimiento estudiantil del 68, cientos de Nicolaítas, normalistas y universitarios en general, fustigaron el trato represor que dicen, siguen sufriendo por parte de las autoridades.
A 50 años de la Masacre, la consigna “2 de octubre no se olvida” sonó repetitiva, hueca, sin un sentido que la generación de estudiantes actuales comprendan sobre los sucesos políticos, sociales y culturales de 1968, mucho menos en el cómo estos contribuyeron a la consolidación de la democracia.
La reiteración de las consignas sobre el 68 solo dejó ver, en la capitalina michoacana, un movimiento codificado socialmente como un recuerdo, no necesariamente bajo la comprensión y análisis de los sucedidos hace 50 años.
Las consignas solo quedaron en recuerdo del drama y el dolor de la tragedia del 68, no así en su carácter de lucha social, pues los estudiantes no sabían con certeza que sucedió hace 50 años y por lo que salían a marchar.