STAFF/@michangoonga
«Tienes fuego» exclamó un joven abordo de una motocicleta deportiva, que se paró a un costado de mi automóvil sobre el crucero de salida Salamanca, «si por aquí debo tener» respondí, me agache un instante para buscar el encendedor, al incorporarme sentí un revolver en mi hombro izquierdo.
«No voltees» estaciónate más adelante señaló el motociclista, de aproximadamente 28 años de edad, quien vestía un chamarra casual y tenía un aspecto jovial » si intentas arrancar » te alcanzo y te «voy en la madre» exclamó el asaltante.
Al parar el vehículo frente al Tecnológico de Morelia, me pidió mi celular obligándome a darle mi contraseña y mi cartera con 200 pesos, «Dime rápido, como le hacemos para que puedas ver la luz del día» en ese momento sentí que se paraba el tiempo.
Tomó una fotografía de mis identificaciones y la tarjeta bancaria » dame el número de NIP» se lo proporcione, después de cuestionarme varias veces la clave, advirtió » si no es» voy a buscarte y a romperte la madre.
Sin duda la hora en ocurrió el hecho fue un factor, durante la madrugada cuando regresaba de cenar con unos amigos, pero el aprendizaje es no confiar de nadie por mejor vestido se vea, ya que actualmente los delincuentes han cambiado de rostro y no son aquellos que suponemos por su apariencia.