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Noé Con Todo El Amor A Su Chamba Sale A Vender Banderas En Morelia

La economía está por los suelos, no habrá desfile, y tampoco cañas, este año si me pegó con todo, Noé es comerciante ambulante.

STAFF/Eliza Flores-@eliz_ffp  

Noé Martinez es un hombre de 35 años que en el mes de septiembre vende artículos alusivos al lábaro patrio, aretes, cornetas, anillos, moños, rehiletes, todo esto con los colores de la bandera nacional, es originario de Ixtlahuaca, Estado de México. Dónde durante el año se desarrolla como apicultor, sin embargo, cada mes de septiembre invierte bastante dinero para salir a adornar la ciudad con todas las cosas que vende. En el afamado “Cañafest” vende miel, estas temporadas comerciantes están canceladas y su economía fracturada.

Noé tiene a la venta silbatos desde cinco pesos, rehiletes de $15 y hasta $50, aretes, pulseras y anillos económicos, banderas pequeñas desde $25 y algunas más finas de hasta mil trescientos pesos, comenta muy orgulloso de su trabajo “la bandera es el lábaro patrio más bonito del mundo ¿sabía usted que ganamos un concurso?, para mí la bandera representa la libertad, la libertad para ser lo que queramos, decir lo que nos venga en gana, claro respetando a los demás”.

Los niños son sus mejores clientes, “son los pequeños los que mueven la economía” comenta Noé, pero ahora los pequeños están en casa, no hay escuelas y los camiones que paran en la Plaza de San Francisco traen muy pocos infantes a bordo.

“Invertí más de veinte mil pesos y esto está muy tranquilo, mis verdaderos clientes ahora no pueden andar en la calle, son los chiquitos los que se asombran al ver nuestros puestos y los que les piden a sus padres algo de lo que vendemos, no sé si este año vaya a recuperar mi inversión”, dice en un tono bajo mientras se frota las manos.

Bajo una pequeña sombra que le hace su carrito de banderas se sienta Noé, desde las nueve de la mañana y hasta que el cuerpo aguante, bajo el sol, lluvias de temporada o frío nocturno está esperando a los clientes, aguanta todo esto para regresar a su pueblo con un poco de dinero, donde lo esperan su mujer y sus dos pequeñas.

Este año trabajará solo hasta el 15 de septiembre, se dice estar triste porque sabe que esta temporada no será la mejor, sin embargo, el amor que le tiene a su trabajo lo hace permanecer y salir todos los días a vender las banderas que trae desde sus tierras. Hace unos años su familia las fabricaba de una manera muy humilde, pero cuenta que los escudos se borraban, por lo que tomó la decisión de comprarle banderas a otro proveedor de la zona y apoyar en su economía.

Con su familia producen aretes, pulseras y algunos corbatines, pero en su mayoría trae artículos “Hechos en México”, dice que lo más valioso es lo que ellos hacen con sus manos, pero no siempre es lo más valorado, la gente está acostumbrada a regatear lo que ocasiona tener aún menos ganancias.

Noé también vende en temporada de “las cañas” en diciembre, tiene un lugar que año con año trabaja, comenta que las autoridades ya les habían dicho que esa temporada comercial está suspendida, por lo que este año le ha pegado muy duro en los bolsillos, después del 15 de septiembre volverá a Morelia a vender un poco de miel en las inmediaciones del Mercado de Abastos, esperando recuperar un poco más su economía.

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