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Pese a la serie de encontronazos entre la delincuencia organizada, que van desde balaceras, ejecuciones, narcobloqueos, asesinatos contra servidores públicos, entre otros, para el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Martín García Avilés no existe la guerra entre los carteles de las drogas y por el contrario lo calificó como una apreciación subjetiva.
Cuestionado sobre el clima de intranquilidad en la entidad y la entrada del proceso electoral, el líder sol aztequista, minimizó la problemática que azota a la entidad y desconoció la pugna entre las mafias mexicanas por apoderarse de todo el territorio estatal.
“La apreciación es subjetiva, yo no veo una guerra, yo lo que veo, tampoco soy indolente, es una lucha por los algunos espacios y algunas regiones, eso no se puede desconocer pero no es general, es una palabra grande, grave, delicada”, señaló.
Y es que tan sólo el pasado mes de diciembre, fue uno de los meses más violentos en la administración del perredista Silvano Aureoles Conejo, con un total de 173 homicidios, de los cuales 10 eran mujeres.
Los municipios con mayores índices de homicidios se encuentra Apatzingán, Uruapan, Sahuayo, Morelia, Ario de Rosales, Zamora y Buenavista.
Además de la serie de ataques registrados contra la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en Uruapan, Zamora, Jiquilpan y diversos narcobloqueos a mediados del año pasado, el asesinato contra el presidente municipal de Paracho, entre otros.
“Hay huecos y vacíos y grupos (fácticos) que lo quieren cubrir en este proceso electoral del primero de julio, pero nosotros confiamos en que sea mucho mejor que el de 2011, donde un partido pacta con la delincuencia organizada y empeña e hipoteca las finanzas, a cambio de entregarle el poder público a costa de la paz y estabilidad de los michoacanos”, aseveró.
García Avilés también “demandó” a los medios de comunicación, desempeñar su papel en la sociedad y no se “trasmisores” de aquellos eventos que pretenden publicitar los integrantes de los carteles de las drogas.
