STAFF/Matilda Martínez
Más de 10 organizaciones indígenas de Michoacán, amagaron con no permitir la desaparición de la secretaría en el rubro y acusaron al gobierno silvanista de tener un “racismo institucional como política de Estado”.
Esmeralda Florencio, integrante de la Coordinación del Movimiento Indígena de Michoacán, lamentó que a un día de la propuesta del Ejecutivo, Silvano Aureoles para desaparecer la Secretaría de Pueblos Indígenas (SPI), los habitantes de la comunidad de Arantepacua han sufrido “de represión” en la que aseguró murieron cinco comuneros en manos de las fuerzas policiacas.
“Esto fue antecedido por la detención arbitraria de cerca de 38 comuneros que se mantienen incomunicados en las instalaciones de la Procuraduría General de la República y siguen a la espera de que se resuelva su situación jurídica. A esta represión se suman las de Caltzontzin en semanas pasadas por la defensa de su territorio y las múltiples amedrentaciones al magisterio democrático y al movimiento estudiante en Michoacán en defensa de la educación”, señaló.
Dijo que la falta de sensibilidad en la atención de las problemáticas de los pueblos indígenas originarios y “ante la ineptitud de las instancias como la de concertación agraria que debe velar por la mediación de este tipos de conflictos, como este se disputan 500 hectáreas”, ha provocado la detonación de múltiples violaciones a los derechos humanos.
