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Gerardo Silvestre Hernández, sacerdote de Oaxaca, fue sentenciado a 16 años y seis meses de prisión acusado de pederastia.
El juez mixto de primera instancia del distrito judicial de Villa Alta, Juan Raúl Aquino Geminiano, sentenció a 16 años de prisión al sacerdote Gerardo Silvestre Hernández al encontrarlo culpable del delito doloso de corrupción de menores de 18 años en su modalidad de inducción a actos sexuales y exposición de filmes pornográficos, la primera sentencia que se dicta en el país contra un ministro católico.
Además de los 16 años y 6 meses de cárcel, se le impuso una multa de 46 mil 169 pesos y el pago de una reparación del daño por 8 mil 800 pesos, así como 25 mil pesos para resarcir el daño moral ocasionado a la víctima.
La condena será a partir del año 2013, fecha en la que fue privado de su libertad en cumplimento a la orden de aprehensión en su contra.
Respecto a los hechos suscitados en la población de Villa Alta, se sabe que estos fueron durante los meses de marzo y agosto del 2009 y febrero del 2010 en contra de dos menores, época en que el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández era párroco encargado de la iglesia de San Ildefonso, lugar donde permitía a sus víctimas ingerir bebidas embriagantes, la proyección de videos e imágenes pornográficas para después realizar sus actos sexuales.
Tras ser aprehendido el 29 de noviembre del 2013 por el delito de corrupción de menores, el ex párroco de Santa María Ozolotepec, San Pablo Huitzo, Santiago Camotlán y Villa Alta, recibió finalmente sentencia definitiva este año acusado de pederastia clerical.
Aunque la resolución fue en contra de dos menores de edad, se presume que el abuso sexual fue a casi un centenar de niños indígenas, esto lo dio a conocer integrantes del Foro Oaxaqueño de la Niñez (FONI), quienes además exigieron que el arzobispo José Luis Chávez Botello ofrezca una disculpa pública y busque la repación del daño a las víctimas que en el momento del abuso tenían 11 y 13 años respectivamente.
