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A la par de la campaña electoral , Donald Trum continua con sus papel como empresario, y le urge hacerse de 26 terrenos de alta plusvalía en la Riviera Maya, que pretende despojar a su legítimo propietario, según denuncia Rodolfo Rosas Moya.
Trump mantiene este litigio desde hace 7 años, cuando en 2005, un grupo de empresarios de Mérida y la Ciudad de México, acordaron con los gobiernos de Chiapas, Quintana Roo y el de la Ciudad de México realizar en forma conjunta un magno evento con el objetivo de promover de forma mundial a México.
“Miss Universe, entonces propiedad de Trump, obtuvo ganancias estimadas en más de ocho millones de dólares, derivadas del contrato que celebró exclusivamente con la empresa mexicana Grupo Promotor MU, más la utilidad de los derechos de transmisión”, explicó Rosas Moya, uno de los empresarios.
Posterior al Miss Universo, Trump recibió en su despacho, en Nueva York, a empresarios inmobiliarios de Quintana Roo, pues era conocida su intención de ampliar sus inversiones en el estado.
Luego de dos años , Rodolfo Rosas Moya recibió una notificación judicial, para enterarle que cinco de sus predios ubicados en la Riviera Maya, que acreditó como parte de las garantías, más otros 21, le fueron embargados en forma cautelar, para responder en lo futuro por una demanda de presuntos daños, por gastos no cubiertos en el certamen de belleza.
“Estaría reclamando unos 12 millones, que es lo que valen los cinco predios que presentamos en garantía, pero el total de 26 que nos embargaron de forma cautelar, valen más”, sostiene Rosas Moya.
Trump, ha venido perdiendo juicios y negociaciones de arbitraje de forma recurrente; el punto son las garantías que quiere hacer válidas, dos años después y durante siete años consecutivos que persiste en las demandas.
Los cinco terrenos se colocaron en un fideicomiso paralelo al contrato de celebración del evento, para complacer a Miss Universe. Sin embargo, el empresario yucateco en ningún momento participó, ni sus empresas, en las firmas de los contratos, se limitó a aportar sus bienes para cerrar el trato.
“Fue tres años después de realizado el evento con todo éxito y cuando Miss Universo había obtenido las ganancias y regalías derivadas del concurso cuando Trump, con el argumento de que hizo gastos que no fueron cubiertos por la empresa organizadora, y sin haber demostrado una razón jurídica, pretendió hacer efectivas diversas garantías, algunas de estas de Comercializadora Ronac como aval”.
El tribunal de Nueva York deslindó a Rosas Moya (JAMES ARBITRATION Case No. 1425013328) al considerar que Trump pretendió exigir indebidamente obligaciones al empresario mexicano.
Marco Antonio Bautista, director de Comercializadora Ronac, dijo que Donald Trump se vio obligado a proporcionar medios de garantía, de manera que si pierde el caso, tendrá que resarcir los daños morales y económicos propiciados a Rosas Moya.