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En entrevista para el medio de comunicación Aristegui Noticias el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, declaró que «el que gana con el gasolinazo es el país, son nuestros hijos y son nuestros nietos».
«Si no queríamos reflejar el incremento en el costo, teníamos o que endeudarnos o que recortar programas o que subir impuestos. Y no estamos haciendo ninguna de las tres cosas».
En entrevista telefónica con la periodista Carmen Aristegui, el funcionario insistió en que a pesar del “ajuste” a partir del 1 de enero, “estamos entre los países del mundo donde se vende más barato” el combustible, además de que México “es uno de los países donde ha subido menos”.
Si no queríamos reflejar el incremento en el costo, teníamos o que endeudarnos o que recortar programas o que subir impuestos. Y no estamos haciendo ninguna de las tres cosas. Y no tenemos en consecuencia más alternativa aritmética, que reflejar en el incremento de los precios de las gasolinas, lo que observamos que se incrementó en los costos”, señaló Meade.
Además presumió que el precio de la gasolina está a un precio «muy parecido al de California, ligeramente superior al de Texas, y es muy inferior al que tenemos en Belice, en Guatemala».
La Secretaría de Hacienda -encabezada por Meade- anunció esta semana que los precios de las gasolinas en el país, vigentes a partir del 1 de enero y hasta el 3 de febrero de 2017, serán en promedio de $15.99 para gasolina Magna, $17.79 para gasolina Premium y $17.05 para diésel.
De acuerdo con un comunicado de la dependencia, los nuevos precios representan incrementos en promedio de hasta 20 por ciento: 14.2% en el caso de la Magna, 20.1% en el caso de la Premium y 16.5% en el caso del diésel, respecto al precio máximo observado este mes de diciembre.
Al cuestionarle sino se teme un estallido social ante este gasolinazo declaró que:
“…No hay una alternativa en consecuencia diferente (a los aumentos de las gasolinas)… el costo del insumo (el petróleo) subió, por lo tanto o lo enfrentábamos o lo asumíamos, manteniéndolo artificialmente bajo, recortando los programas de aliento, los programas de salud, los programas sociales y eso a mi juicio hubiera sido absolutamente inaceptable porque hubiera afectado a los mexicanos que más los ocupan”-, respondió el funcionario.