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Como muchos otros niños en el país, a sus cinco años José debió cambiar las pelotas y los juguetes por una caja para bolear zapatos, con lo cual ayuda a su madre a ganarse la vida en Chiquihuitlán de Benito de Juárez.
Para ello, José trabaja 12 horas como bolero en las calles con lo que ayuda a mantener a su madre y a sus tres hermanos menores, y su hisotira ha conmovido a las redes sociales pues el pequeño trabaja de lunes a domingo en las plazas públicas en medio de una fuerte competencia ya que hay varios adultos boleros que también buscan trabajo.
No obstante el pequeño ya tiene sus clientes frecuentes con personas que ya lo ubican y prefieren que él los atienda, para poder ayudarlo, pues viene ganando de $200 a 300 pesos al día, lo que es muy poco si tomamos en cuenta que tiene que mantener a su familia.
Su historia, publicada ya en diversos medios a partir de una foto compartida en Facebook, señala que su papá lo abandonó junto a sus hermanitos y su madre que padece artritis reumatoide, la cual le ha provocado diversas deformaciones en las extremidades, además de haber sufrido un derrame cerebral que le inmovilizó la parte izquierda del cuerpo, por eso no puede trabajar.
El caso de José se ha viralizado en un país acostumbrado a los vergonzosos lujos a los que muchos de nuestros funcionarios y gobernantes están acostumbrados a vivir, mientras niños tienen que dejar de lado su niñez para poder sobrevivir.