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La Comisión Ejecutiva de Restauración y Reforestación en los Cerros de La Cruz y Jicalán ha identificado los sitios de mayores riesgos para la población que se ubica en torno a la falda de estos cuerpos. Como acción inmediata, se deben construir más de 13 kilómetros de presas de materiales diversos, ello como alternativa emergente para prevenir mayores daños.
Estas presas deberán construirse en varios polígonos que, de manera conjunta, suman alrededor de 200 hectáreas, superficie que corresponde a un 45 por ciento de las que en la temporada de estiaje fueron incendiadas.
De acuerdo a los trabajos que realizó el grupo técnico interinstitucional, conformado por personal del Ayuntamiento de Uruapan e instituciones del sector ambiental, tanto del Gobierno del Estado como de las delegaciones federales, se determinó que las colonias Ampliación Cuauhtémoc, Residencial Don Vasco, Las Lomas, San José de la Mina, Observatorio, Popular Campestre, Granjas de Bellavista e Infonavit Balcones son las que tienen mayores riesgos de sufrir percances por los caudales que, de manera natural, descienden del Cerro de la Cruz.
“Son precisamente estas las que se deben proteger con la construcción de represas para detener material vegetal y lodos, pero además, servirán para permitir la infiltración de agua y evitar mayores deslaves”, explicó Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de Michoacán (SEMARNACC).
El grupo técnico interinstitucional ha trabajado arduamente para identificar las pendientes de mayor riesgo por el deslizamiento de suelos en una jornada maratónica. Con información logística, técnica y una evaluación en campo, determinó que, de manera urgente, se requieren construir presas para retener los socavones y todo tipo de material que se pueda deslizar terrenos abajo y causar tragedias como las que ocurrieron el fin de semana pasado.
De acuerdo al grupo de técnicos, los deslaves están ocurriendo en sitios incendiados, desde los terrenos altos, los medios y los situados en la parte más abajo del Cerro de la Cruz y el Cerro de Jicalán, colindantes ya con la mancha urbana que, año con año, sigue extendiéndose hacia las zonas de mayor riesgo.
Como propuesta de atención inmediata, el grupo analizó diferentes propuestas de trabajo preventivo. El mayor reto es construir presas, en algunas se pueden colocar costales de tierra, que es lo más práctico, pero en otros sitios necesariamente se requiere subir material, como piedras u otro tipo de mampostería.