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Ante recientes hechos del asesinato del alcalde perredista de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores enfatizó que el edil no tomó las precauciones necesarias aun cuando hace 20 días denunció que fue amenazado de muerte por un grupo delictivo.
Dos días después de que el 5 de julio pasado, un grupo armado asesinara a su primo y chofer Sebastián Soto Ramírez, el hoy muerto declaró: “han aprovechado para penetrar más en la vida social, a mí me amenazaron de muerte; incluso sabían mis movimientos según me hicieron enterar”.
Según fuentes, le enviaron mensajes a su celular con el siguiente texto: “Sr presidente, tengo a bien avisarle que han dado la orden de matarlo, en este tiempo de clausuras aprovechando q usted no trae mucha seguridad, tenga cuidado xq ya pueden tener días siguiéndolo (sic)”.
Sobre el hecho, Astudillo comentó que “Ambrosio contaba con protección de la Policía Federal y Policía del Estado. Sus demandas fueron atendidas con oportunidad, por lo cual llama la atención, lo subrayo, que haya realizado el viaje a sabiendas que haya sido amenazado como él mismo lo señaló por un grupo delictivo. Y que dicho viaje lo haya hecho en horas inconvenientes, en una zona de alta peligrosidad”.
El gobernador de Guerrero leyó un comunicado a medios en donde reconoció el asesinato del edil, pero no el de su cuñado, asegurando que ante los comentarios que acusan a su gobierno de no atender el llamado del alcalde que solicitó seguridad personal y para el municipio, que desde el 27 de octubre pasado en un operativo que coordina la Policía Federal, se contempló a ese municipio como parte de la estrategia de se seguridad.
El asesinato del presidente ocurrió a las 22:30 horas, en el punto conocido como Las Curvas del Cajón, en el tramo entre San Lucas, Michoacán, y Ciudad Altamirano.
Con info de AGENCIAS