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El chofer de una camioneta Van fue ultimado a balazos con su unidad en movimiento, a raíz de la situación el automotor fue a dar contra un montículo de tierra y contra un pequeño poste de concreto de los conocidos como «fantasmas», lo cual evitó que volcara. Nadie vio ni escuchó nada. Únicamente otros automovilistas reportaron el suceso al creer que era un accidente vial y al llegar los representantes de la Ley se dieron cuenta de que se trataba de una ejecución.
Lo antes mencionado se supo en el lugar de los hechos. Trascendió que el vehículo donde iba la víctima es uno de la marca Ford tipo Van, de color blanco con amarillo, con placas 2KJR49, además de que tenía el rótulo «Transporte Escolar y Personal». Quedó varado a la altura del kilómetro 25+500 de la citada rúa. Los primeros en llegar fueron los elementos de Tránsito de Zinapécuaro, pues les habían reportado un accidente.
No obstante, los uniformados se percataron de que al interior del automotor estaba el cuerpo inerte del conductor y tenía impactos de bala en la cabeza, así que pidieron el apoyo de los expertos de la Procuraduría General de Justicia del Estado y en unos minutos arribó a la zona el personal de la Unidad Especializada en al Escena del Crimen (UEEC). Los especialistas se colocaron sus trajes forenses, el perímetro fue acordonado y así iniciaron la recolección de pistas.
Los agentes investigadores de la UEEC buscaron entrevistas con los lugareños, no obstante se conoció que la gente afirmó no haber visto nada. Posteriormente, el ahora occiso fue identificado por sus deudos como Julio Cesar «S», de 38 años de edad, persona que era originaria del Distrito Federal, pero que desde hace tiempo residía en la localidad de Queréndaro, con domicilio en la calle Álvaro Obregón. La Ford transitaba en dirección hacia Huajúmbaro.
