América Pa’l Mundial De Clubes: Se Corona Campeón De Concachampions En Canadá
STAFF/@michangoonga
En medio de unos días de intensa crítica, las Águilas supieron reponerse para emprender el vuelo hacia el Mundial de Clubes en Japón luego de coronarse campeón en la Copa de Campeones de Concacaf.
Bastaron 45 minutos de buen fútbol para que América superara con creces a un equipo que se dedicó más a hablar que a jugar, al cual acabaron venciendo 2-4 (global de 3-5) a un Impact Montreal que fue más fuera de la cancha que dentro de la misma.
Así, la hegemonía del fútbol mexicano en la región seguirá intacta un año más e incluso el autoritario triunfo azulcrema da para pensar que en el futuro inmediato no cambiará y que las demás Ligas de la Concacaf deberán mantenerse un paso atrás.
América demostró en tierras canadienses que conoce la fórmula para ganar las finales y el trámite es un mero requisito. Y pocas veces ocurre que un jugador pase de ser el villano al héroe. La noche de Darío Benedetto fue tan contrastante que en el primer tiempo tuvo una falla imperdonable y en el segundo se convirtió en el jugador del partido.
La falla increíble que tuvo en el primer tiempo quedó en el olvidó cuando marcó el golazo de tijera a los 50 minutos a gran pase de Osvaldo Martínez y quedó enterrada cuando sentenció el partido al empujar el esférico para el 1-3 con asistencia de Samudio que convirtió el estadio canadiense en un cementerio.
Sin embargo el 9 del América parece no saber detenerse cuando arranca, también se dio el lujo de marcar un golazo al 80 para poner el marcador definitivo y reflejar la superioridad que hubo sobre el cuadro de la MLS.
Por su parte Oribe aportó su cuota anotando el 2-1 momentáneo, pero tan importante como el gol que deshizo moral y tácticamente al Impact, pues después América arrolló.
Los de Coapa entraron a la impresionante cancha del Estadio Olímpico de Montreal sorprendido, apagado y en lapsos hasta nervioso del espectacular marco. Tan grande fue que a los siete minutos bastó un leve esfuerzo de Piatti para quitarse a Samudio y Ventura, meterse al área, fintar a Sambueza y luego ceder a Romero, quien se deshizo de Pablo Aguilar para empujar el esférico. Golazo.
Ante ello la respuesta americanista llegó rápido, pero aún con el pánico escénico. Aguilar recentó una pelota para la llegada plena de Benedetto a segundo poste, quien sobre la línea de gol, remató de pésima forma para tener una falla terrible que quedará como mera anécdota.
Las dudas de Darwin en el primer tiempo, el mal estado físico de Sambueza por lesión y lo endeble de la defensa azulcrema ya tendrán tiempo para trabajarse. Hoy el América tiene para festejar, pues su éxito ya ha rebasado fronteras.