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Luego de sentir el ‘calor mexicano’, el Papa Francisco correspondió a las muestras de cariño y entusiasmo generadas ante su llegada a la capital del país la noche de este viernes.
Su Santidad rompió protocolos tras ingresar a la Nunciatura Apostólica, lugar donde pernoctará durante su estancia en México, y donde varios feligreses esperaron a que saliera a saludarlos.
Jorge Mario Bergoglio sin embargo fue más allá, salió, al salir al encuentro de los feligreses, y a una le pidió ‘tener fe, porque la fe mueve montañas’.
Y repuso el Sumo Pontífice: “Esta noche, no olviden mirar a la Virgen y pensemos en las personas que queremos, las que no nos quieren y las que nos han hecho daño”, .
Segundos después, entre cánticos, vivas, gritos, el Papa rezó.
“Valió la pena la espera”, dice una mujer que escuchó el mensaje del Papa afuera de la Nunciatura, donde estuvo esperando desde la mañana.
