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La candidata a diputada local por el Distrito 17 de Morelia, Lucila Martínez Manríquez, señaló la necesidad de retornar al origen de la representación popular, a partir de la restitución del poder al pueblo, mediante leyes claras y justas emanadas de la práctica parlamentaria, pero también del intercambio de opiniones con los ciudadanos de a pie, quienes conocen las necesidades.
Al realizar un recorrido por diferentes colonias, Martínez Manríquez presentó ante vecinos su proyecto legislativo, en el que reiteró su compromiso con un trabajo legislativo constante para garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones por parte de los detentores del Poder Público.
La candidata perredista se refirió al desgaste en que ha caído la figura de la clase política gobernante, cuyas malas decisiones han llevado a la población a una convulsión permanente ante la ausencia de un Estado de Derecho, condición que es resultado de la falta de la aplicación de la ley, lo que habla de deficiencias en el Poder Ejecutivo que deben ser reguladas desde el Legislativo mismo de manera contundente.
Ante esto, la candidata a diputada local por el Distrito 17 de Morelia, Lucila Martínez Manríquez, insistió en la necesidad de que el Congreso de Michoacán legisle de la mano de los ciudadanos, a efecto de poner alto de una buena vez a los errores de cada nuevo gobierno, y garantizar la aplicación de la ley por parte del titular del Ejecutivo.
Insistió en la necesidad de consolidar una verdadera representación popular y garantizar canales para la participación ciudadana desde el Congreso de Michoacán, Lucila Martínez, subrayó que no basta con tener estructuras de poder democráticas sino que es imprescindible adoptar valores, actitudes y conductas democráticas tanto entre los gobernados como los gobernantes.
Por último, reiteró que a su llegada al Congreso de Michoacán representará a la población con total responsabilidad, tomada de la bandera la demanda de los ciudadanos, a quienes consultará permanentemente para la toma de decisiones en el Poder Legislativo, donde les representará sujeta a principios de ética y honestidad.
