El café previo al debate// By Marco Ballesteros
El miércoles 29 de abril se realizó el debate de los candidatos a la gubernatura del Estado de Michoacán. El centro de convenciones de Morelia se blindó y las vialidades se desviaron para que los seis suspirantes al solio de Ocampo intercambiaran palabras durante dos horas. Contestaron 65 preguntas remitidas por la sociedad el Instituto Electoral de Michoacán, en un formato acartonado, seco y más aburrido que una sesión pública del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
¿Qué si lo vi? Estimados lectores: a ratos, el formato era tan aburrido y lento que sentía como me crecía el cabello de lo poco propositivo que era el ejercicio democrático en cuestión; lamento decir que hay más debate en un programa de Laura Bozzo que en lo que ayer se realizó. Me quise ahorrar el “pongamos orden para salir adelante” “Claro que sí, vamos por un nuevo comienzo”, “formemos un gobierno de verdad”, “el partido de López Obrador”, “la sociedad está corrompida”, “el patrón de los gobernantes es el pueblo”.
Todas esas frases las he escuchado desde que tengo memoria y nada ha cambiado; además el América jugaba la final de la concachampions, el juego era más entretenido que escuchar un debate que parecía plática de borrachos en funeral.
Curiosamente, varios de los contendientes a los cargos gubernamentales se congregaron en una presentación de cierto portal de noticias, no diré nombre ni lugar para que no nos cobren el comercial, y todos departieron como si nada, como amigos. Bueno los que fueron algunos prefirieron guardarse para otras ocasiones, pero al estar junto con ellos y verlos comportarse como simples seres humanos, con todo mi desprecio puedo decir que lo único que nos diferencia no es el intelecto, si no el dinero que tienen por hacer casi nada.
De entre todos los presentes hubo uno que debo decir que me cae bien, retirado parcialmente de la política y reflectores, en mis escasas apariciones en radio pude intercambiar puntos de vista con él y encontrar muchas coincidencias, Cristóbal Arias. El ex secretario de gobierno, diputado federal y candidato a la gubernatura en dos ocasiones, fundador de aquel PRD que si era de izquierda.
Al presentarme con él y decirle “yo soy quién le entrevista por radio todos los martes” me respondió, ¿en serió?, te vez muy chavo, pensé que eras más viejo”. Debía entrevistarlo por motivos de trabajo, pero acabamos departiendo e intercambiado puntos de vista en un café contiguo. Lo que viene a continuación es un abstracto de esa plática y coincidencias contundentes en medio de un evento de políticos de alto y mediano rango, tan falsos como un billete de 25 pesos.
La pregunta era obligada por que estábamos a menos de veinticuatro horas de presenciar el debate de los candidatos a gobernador, ¿Cristóbal, como ve la situación política del Estado? – “Michoacán está sumido en una crisis económica, política, social, institucional, educativa”,… coincidíamos, por todos lados y formas posibles el Estado está en un desfiladero… – lamentablemente la situación en la que se encuentra Michoacán no tiene una solución rápida, sería iluso hablar siquiera de que el rezago en cuestión tiene una solución en el mediano plazo; incluso la falta de liquidez estatal y la falta de crecimiento nacional ante la caída del petróleo y los fenómenos de mercado externo auguran una buena temporada de austeridad para la entidad.
Coincidimos en otra situación, por mucho que prometan los candidatos las perlas de la virgen y la resolución de las problemáticas que nos aquejan, debemos reconocer que Michoacán no es atractivo en estos momentos para la inversión nacional e internacional; ello por la falta de condiciones. Seamos sinceros, pero el Estado no tiene ni para cacahuates, las condiciones de seguridad y la falta de inversión han hecho del territorio un lugar estigmatizado, a sus ciudades algo peor que pueblos fantasmas donde lo único que circula es el aire y nada de capital. Don Cristóbal me dijo “Temo que la situación no mejore en años venideros, la realidad del Estado debe imponerse y no las ‘buenas’ intensiones de los partidos políticos, con el proselitismo y las promesas no tendremos una salida valida a los males de Michoacán”.
Entonces procedí a preguntarle sobre cómo veía a los candidatos, que tan preparados y capaces los veía. Tuvimos una tercera coincidencia: los candidatos tienen oficio y experiencia política, pero carecen de la cultura que les permita sensibilizarse frente a los problemas sociales; además les falta bagaje intelectual, preparación académica y visión integral para resolver las problemáticas actuales.
Traducción, el debate se ha reducido en México a algo más hueco que un talk show y el político no se mide por su preparación académica, sino en la capacidad que tiene para acarrear masas; prevalece en ellos la ausencia de nociones técnicas para enfrentar el quehacer político. Al mismo tiempo, observamos algo que es lamentable: el político promedio, ese que nos ofrecen como producto, no se encuentra cobijado por la clase intelectual. Dicen que tiempos pasados fueron mejores, antes podía verse en televisión nacional los debates de Octavio Paz contra Vargas Llosa o Monsiváis,… ahora se casan con anoréxicas o gaviotas, los payasos, “actrices” y futbolistas son candidatos, sin contar que sus intelectuales son los comentaristas de noticias al estilo del extinto tercer grado.
En esas épocas pasadas los gobernantes eran ávidos lectores, personas cultas, ahora nos gobierna alguien que no puede pronunciar una sola palabra en inglés, tenemos alguien que es alcalde por que “robó poquito”, y párenle de contar; así mismo, ahora acarrean a la ciudadanía con jingles horribles y de mal gusto. En esos debates del pasado, había propuestas y sutiles enconos entre candidatos; ahora sólo hay descalificaciones, lejos de buscar soluciones buscan culpables… de ser así recomiendo a Laura Bozzo para moderadora del debate, por aquello de poner alguien a su nivel intelectual y no dormir a la audiencia.
Tomando en cuenta todo escenario, el siguiente tópico que abordamos fue la inestabilidad política del Estado, nada huevo, históricamente Michoacán presenta gobiernos endebles desde su fundación como entidad federativa en 1825, en las décadas recientes ha tenido periodos de gobierno accidentados e inconclusos, condiciones que han causado problemas de legitimidad. Entonces, procedimos a pensar que las campañas políticas, son tan vanas y efímeras, en realidad no contribuyen al fomento de la participación ciudadana. En estas tierras tan olvidadas, tan lejanas de la prosperidad y tan cerca del grupo Atlacomulco, coincidimos en que la campaña desarrollada por el partido que quieran es de dispendio y espectáculo.
Para resolverlo, coincidimos nuevamente: “debería restringirse en toda campaña electoral el derroche de recursos, el presupuesto, eliminarse la saturación de propaganda que termina convirtiéndose en basura; en lugar de ello debería fomentarse el debate y los foros de discusión. Pero no el acartonado y restringido foro presentado por nuestro IEM; que los candidatos se preparen como si fueran a boxear y se presenten en las Universidades, (las de verdad no las que ofrecen 5 carreras, esas no por chafas).
Que aguanten el cuestionamiento popular, que respondan a quienes pretenden gobernar, que den la cara y que no se escuden entre sus guaruras. Total, para lo que van a cobrar deberían estar preparados para escuchar a la sociedad y no sólo estar dispuestos a escuchar a sus paleros.
Algo en lo que coincidimos nuevamente fue en que el aspirante a cualquier cargo, debería someterse a un referéndum que pusiera a prueba su desempeño y permanencia en el cargo. La ciudadanía debería evaluar a sus gobernantes y estos no deberían buscar a estos solamente para pedir el voto a cambio de cualquier tipo de prebenda. Nuevamente señalamos, (igual lo he dicho en textos anteriores) Michoacán no soportaría un gobierno disfuncional y una economía endeble, el que quiera ser el mandatario estatal debe estar consciente de ello y resolver a como dé lugar el problema, al menos a establecer los cimientos para ello.
A todo ello, caímos en otro gran problema del Estado: Michoacán se encuentra sometido por la Federación, la intervención pasada solamente fue una burla a la ciudadanía, una falta de respeto a la soberanía estatal y sólo empeoró las cosas; nos convertimos en el patio trasero del Estado de México. Es necesario por lo tanto buscar un acuerdo de participación de la sociedad michoacana para cambiar la situación que vivimos. No esperemos a que el político promedio lo haga, ya dijimos sus virtudes.
Finalmente, volvimos a coincidir: para acceder a lo político debería ser prioritaria la virtud y la preparación; con ello podría fomentarse la inclusión social y las propuestas que podrían contribuir a mejorar los sectores educativos, económicos y sociales. Debemos de aprender de las experiencias pasadas, que la crisis crónica que lleva Michoacán sirva de lección para evitar errores similares en el presente. … aunque los $%%$%”!#”3 que nos gobernaron nos hayan endeudado por generaciones.
El café y la entrevista tardaron más de lo previsto, nos despedimos y le comenté jocosamente que si se lanzaba a gobernador nuevamente, le encargaba la Secretaría de Gobernación, que es donde se hace el trabajo divertido de cualquier administración… y como fueron más coincidencias que cuestionamientos, comparto el diálogo en estas ideas sueltas. Hasta la próxima semana, si es que no nos censuran.
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