Fiesta del Libro y la Rosa// By @Ruy_Carreno
Por Ruy Carreño
Hoy bien podríamos celebrar el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor; partiendo del hecho de que Miguel de Cervantes, murió un 22 de abril del año 1616 y Shakespeare un 23 de abril del mismo año (pero del calendario Juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano), fecha esta última, que desde 1995 la UNESCO ha tomdo como referente para instaurar ésta celebración.
A casi cuatro siglos de la muerte de Cervantes, uno podría divagar un poco, como algunos otros y atreverse a dudar: ¿Fue realmente Cervantes el creador del Quijote o fue “el Ingenioso Hidalgo” don Quijote de la Mancha, quien inventó a Cervantes?
Las letras tienen eso. Nos hacen vivir y soñar a través de ellas; la vida no podría ser entendida sin la invención de la palabra escrita; desde luego, la comunicación verbal da vida y aliento a las palabras; sabemos que los seres humanos estamos hechos de historias (retomando a Galeano, otra vez) y sólo en los libros encontramos siglos y siglos de esas historias; nuestros ancestros congéneres, nos han legado un baluarte de conocimientos e ideas que hoy son patrimonio universal; por ello la importancia de los libros y sus creadores, “la historia de la palabra escrita, es la historia de la humanidad” (Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, abril 23 de 2014).
Debemos celebrar éste día (adelantado o no); a través de los libros uno puede abstraerse de la maldita realidad, podemos viajar y conocer mundos nuevos, enamorarnos, encarnar personajes y a veces, morir de desamor; una vez abierta la portada de un libro —como puerta hacia el infinito—, nada, nada vuelve a ser igual.
En 1930 España instauró el 23 de abril como el Día del Libro, desde los años 80´s esta tradición ha venido en acenso, a ella se ha mezclado el mito del dragón de cuya sangre brotó una flor roja y la tradición cristiana de celebrar a Sant Jordi (San Jorge) desembocando así en la “Fiesta del Libro y la Rosa”.
Desde hace siete años, nuestra UNAM se suma a las festividades por el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor con la Fiesta del Libro y la Rosa; en la que se organizan conferencias, lecturas en voz alta, ferias del libro, que van más allá del ámbito académico; haciendo participes a todos los lectores, grandes y chiquitos.
Les confieso que no soy un ávido lector; sin embargo, los invito a celebrar ésta fiesta; apaguen la tele, tomen un libro y festejemos las letras; porque “los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos” (Ray Bradbury), y de nosotros depende ganar terreno a la ignorancia, “ser o no ser (tontos), esa es la cuestión” (Hamlet o ¿Shakespeare?).
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