Un mensaje para ti, michoacano// By @ManuelOchoa_
Por Manuel Ochoa
Han pasado 8 meses desde que escribí mi última columna en Changoonga.com, ahora he vivido Michoacán desde dentro del Estado mismo: el gobierno. Lo cual me ha dado el poder de visualizar la situación real en la que estamos. Quisiera ser más alentador pero no es así, la realidad es que he perdido un poco esperanza de ver un futuro próspero, pacífico y exitoso, el Michoacán con el que muchos hemos soñado.
La situación nos ha rebasado a todos: sociedad, gobierno, y empresarios. Las instituciones se encuentran bastante debilitadas, a tal grado que los próximos 6 años de administración pública de NADA servirán sin voluntad real de asumir cualquier costo político de las decisiones que se tengan que tomar. Son necesarias acciones radicales que sobrepasan los paradigmas actuales en los que vive la sociedad michoacana.
No solo se necesita la voluntad del ejecutivo, el poder legislativo juega un papel clave en lograr los suficientes acuerdos, voluntad y eficiencia necesaria para implementar desde el ámbito legal las acciones necesarias a través de una reingeniería TOTAL de la estructura global de la administración pública estatal y su dinámica de operación.
Se necesitan legisladores líderes con una visión de largo plazo y con el producto de gallina suficiente para romper esquemas y atreverse a pensar diferente.
Y quienes también tienen que cambiar son los empresarios y las organizaciones de la sociedad civil, la lucha de egos ha ocasionado una falta de cohesión que impide lograr una comunidad con la fuerza suficiente para ser el motor que transforme al Estado como sucede en Nuevo León o Querétaro. Estos sectores han tenido un modo de pensar excluyente, individualista y de deslinde de su responsabilidad.
Dentro de México existe una gran brecha en el nivel y potencial desarrollo de cada Estado, desgraciadamente en Michoacán estamos a años luz de otros Estados de la República que han sido capaces de construir ciudades basadas en la economía del conocimiento con clusters de innovación e investigación, impactando directamente en la calidad de vida de sus habitantes, logros que solo han sido posibles con la voluntad de la sociedad, gobierno y sector productivo, pensando en comunidad y no en individualismo.
Gracias a estas experiencias en la administración pública estatal, me he dado cuenta que todos los que vivimos en Michoacán somos corresponsables de la precaria situación en que vive nuestro Estado.
Y es que con la dinámica y estructura de pensamiento actual, será imposible que salgamos del hoyo en el que estamos metidos.
Antes de perder la esperanza en su totalidad quiero que este sea un mensaje para todos los michoacanos: si no nos atrevemos a cambiar, a transformarnos, a pensar fuera de nuestros tabús y esquemas actuales, y a dejar de lado egos y luchas internas, podemos olvidarnos de un futuro próspero para nuestros hijos.
Y seremos otra generación perdida.
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