STAFF/ Marco Antonio Duarte Aguilar
Al cumplirse este martes dos años de haber tomado las armas, el fundador de los Grupos de Autodefensa en Michoacán Hipólito Mora Chávez no tiene nada que celebrar y hoy se encuentra en la cárcel tras sufrir engaños, traiciones y juicios sumarios del Gobierno Federal, así como ataques y asesinatos de sus hombres a manos del cártel de “Los Caballeros Templarios”.
El gobierno de Enrique Peña Nieto traicionó por primera vez a Hipólito Mora y a su Grupo de Autodefensa el 17 de marzo del 2013, al liberar a 21 narcotraficantes que los comunitarios detuvieron desde el 24 de febrero en el poblado de La Ruana, en el municipio de Buenavista Tomatlán, del corazón de la Tierra Caliente michoacana.
Al cumplirse dos años del levantamiento en armas de los habitantes de La Ruana, los 21 integrantes del cártel de Los Caballeros Templarios continúan en libertad pese a que la Procuraduría General de la República (PGR) recibió una denuncia por escrito firmada por 73 pobladores, víctimas de los entonces detenidos.
Los colaboradores del cártel michoacano, entre quienes se encontraba José Juan Gómez, jefe de plaza de la organización criminal en La Ruana, fueron detenidos uno a uno desde las primeras horas del 24 de febrero de ese año y encarcelados en un banco de arena que Los Caballeros Templarios robaron a su legítimo propietario, en el camino que une a La Ruana con el municipio de Aguililla.
Teófilo Gutiérrez, entonces alto mando de la Policía Federal en Michoacán, arribó al banco de arena en un helicóptero black hawk, mientras que 60 de sus policías lo esperaban en tierra con un camión blindado “Rinoceronte” y once patrullas.
El teatro federal había iniciado y Teófilo Gutiérrez, acompañado de un agente del Ministerio Público Federal, convenció a Hipólito Mora de entregarle a los 21 detenidos, tras interrogarlos brevemente en un cuarto del banco de arena que hacía las veces de oficina.
Cada uno de los “templarios” fue conducido al camión blindado de la Policía Federal, en medio del júbilo de hombres, mujeres y niños que aplaudían y gritaban consignas contras “Los Caballeros templarios”.
Los 21 detenidos fueron trasladados a Morelia a través de un impresionante operativo federal, pero fueron liberados por la PGR cuyos fiscales ignoraron la denuncia de los “comunitarios”.
Hoy, a dos años de distancia, Hipólito Mora, enfrenta en prisión con 28 de sus hombres un proceso penal por la muerte de once personas, entre ellas su hijo Manolo Mora Moreno, en un enfrentamiento a balazos entre su Grupo de Autodefensa y el de Luis Antonio Torres “El Americano”, señalado por habitantes de la Tierra Caliente de facilitar las operaciones del narcotráfico.