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A causa del adeudo del gobierno del estado, además de la crisis económica en el estado de Michoacán, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) durante el año pasado, tuvieron que despedir a más de 10 mil trabajadores.
Por lo que un total de 800 empresas en el ramo, se vieron obligadas a reducir 70% de su plantilla laboral, así lo confimó el presidente del Comité Directivo de la CMIC, Francisco Javier Gallo Palmer, quien además aseveró que todo el 2014 practicamente los trabajadores de la contrucción estuvieron paralizados, ya que no se consiguió ningún tipo de contrato para la realización de obras.
“En realidad el 2014, fue más difícil que el 2013, porque en el 2014 no tuvimos trabajo, estuvo todo paralizado, en el 2013, sí alcanzamos a tener trabajo y actividades y la prueba de ello es que se está arrastrando una fuerte deuda por parte del gobierno del Estado con los constructores, eso demuestra que sí hubo trabajo en el 2013 y en el 2014 se empezó a dar trabajo pero a principios de noviembre en adelante”, afirmó Gallo Palmer en entrevista para una radiodifusora local.
De igual manera puntualizó que aquellos trabajadores preparados, decidieron emigrar a otras entidades en la búsqueda de mejores oportunidades, mientras que los recien egresados de las universidades al darles capacitación, posteriormente los tienen que despedir debido a igualmente a la falta de solvencia económica.
“Una vez que está titulado o egresado de la universidad, nosotros los tenemos que llevar al Instituto de Capacitación de la Construcción y prepararlo en los temas que a nosotros nos urge y esta preparación nos puede costar de 25 a 50 mil pesos y luego la tenemos que despedir porque no le podemos pagar”, lamentó.