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En Chilpancingo, Guerrero, los movimientos para mantener presente la tragedia de los 43 normalistas «desaparecidos» sigue presente. El día de hoy, una tienda de la cadena Comercial Mexicana fue cerrada por estudiantes que mantenían sus rostros tapados por protección. La tienda fue retenida por más de media hora.
«Justicia por Ayotzinapa» es lo que piden los estudiantes. Para seguir presionando, interceptaron distintas camionetas de Sabritas para repartir el producto entre la ciudadanía.
Mientras tanto, miembros del magisterio disidente han colocado en el zócalo capitalino un pino navideño en donde han colocado los rostros de los normalistas desaparecidos. En el lugar también se han realizado pintas para mantener presente que en estas fiestas decembrinas aún «hacen falta 43».
Fue apenas el 26 de septiembre en que por orden del ex presidente municipal de Iguala, José Abarca, miembros de la policía municipal del lugar entregaron supuestamente a un grupo criminal a 43 normalistas de Ayotzinapa. Los jóvenes están desaparecidos desde entonces.
Hasta el momento solo se han confirmado los restos de Alexander Mora, restos que supuestamente fueron recogidos de un río en Cocula, según la PGR.
Cabe resaltar que hasta ahora, la versión oficial de la Procuraduría General de la República ha sido fuertemente desacreditada por diversos factores. Según los datos anti-incendios de la NASA, no hubo ningún incendio en Cocula en el momento en que supuestamente los «Guerreros Unidos» incineraron a los normalistas, así como no existe evidencia real y trazable de que los restos que la PGR obtuvo, fueran verazmente sacados del rio, según los forenses Argentinos que han estado apoyando en el caso. A esto se le puede sumar el estudio que se realizó en la UNAM en el que dan a conocer la inmensa cantidad tanto de leña como de llantas que se hubieran necesitado para generar tal fuego, lo que hace pensar que los restos fueron incinerados en un lugar especializado para la tarea.
Tal crimen aun continua impune, abriendo con su investigación, una inmensa cantidad de fosas comunes que no habían sido reportadas. También el mismo crimen reveló las conexiones que el ex alcalde de Iguala mantenía con el narco, así como despertó un sin número de movimientos y marchas con el objetivo común de exigir justicia.
