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Al tiempo que los ánimos efervecen, la manifestación en Uruapan que exige justicia por el cruento asesinato de Erika Kassandra, la jóven enfermera desollada cuyo cadáver fue encontrado el sábado pasado, se ha dividió en dos tras el arribo de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que llegaron como “refuerzo” pero que terminaron contaminando la protesta, al querer violentarla.
Y es que los maestros, alrededor de medio centenar que llegó en un autobús, buscaban ingresar a las instalaciones del Palacio Municipal pero un familiar de la víctima se los impidió, e incluso les advirtió que si no desisitían de sus intereses se retirarían del lugar argumentando que ante todo, la manifestación tenía un carácter pacífico.
“Es ahora que nos debes dejar pasar, porque sino lo haces se va a seguir repitiendo” le respondió uno de los profesores, ante lo cual, el pariente de Erika Kassandra, un hombre quien prefirió no identificarse por cuestiones de seguridad, llamó a los presentes a irse del lugar y continúar la manifestación en otro sitio.
Acto seguido, los maestros se quedaron frente a la Alcaldia mientras que otro grupo siguió al familiar de Erika. En el camino, una lona de 3mts que promocionaba al Ayuntamiento que encabeza Aldo Macías, fue tirada sobre avenida Chiapas bloqueandola en un sentido.
Paralelamente el secretario técnico del Ayuntamiento, Fernando Torres, recibió una negativa del padre de familia de la enfermera asesinada, quien a la distancia observaba la manifestación, aludiendo que no le interesaba dialogar con el alcalde Macías.