STAFF/@michangoonga
Los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, habrían sido asesinados, quemados, incinerados junto con basura y finalmente sus cenizas metidas a ocho bolsas de basura tiradas en un paraje de la zona de Cocula.
Ello ha dicho a grandes rasgos el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, puntualizando que no hay pistas o evidencias que relacionen a los normalistas con algún grupo criminal al tiempo que señaló que el gobierno federal no dejará de realizar exámenes de identificación de los restos encontrados hasta el momento, aunque reconoció una dificultad severa pues el fuego y los aditamentos que se usaron para quemar los 43 cuerpos apilados dentro de un basurero dejaron poco material genético para identificación.
Murillo Karam señaló que los nuevos detenidos, miembros de Guerreros Unidos, confesaron haber recibido y ejecutado al grupo que recibieron en Cocula, Guerrero. “Sé el enorme dolor que produce esta información”.
Los primeros restos encontrados en fosas de Pueblo Viejo no corresponden a los normalistas, informó el funcionario federal en conferencia de prensa, señalando que por la información que se tiene, los restos de Cocula sí corresponden.
Respecto de los policías de Iguala, estos participaron en el homicidio de cuatro personas en agosto, es decir, un mes antes de la desaparición de los 43 normalistas aclaró Murillo Karam y explicó: “Venían en la camioneta más grande. En lugar de tomar el camino a Pueblo Viejo, los detenidos dicen que fueron a Cocula para luego dirigirse al basurero de ese municipio. También que los subieron a un vehículo de carga y a otra camioneta de carga menor. En este vehículo los tiraron en el basurero señalado. Uno de los halcones dijo haberlos visto pasar por su punto; dos declararon que algunos llegaron sin vida o inconscientes, y que los otros fueron interrogados por el grupo criminal sobre su llegada a iguala. Los testimonios y confesiones sumados a las averiguaciones en la investigación apuntan al homicidio de los estudiantes, determinó el titular de la PGR.
“Les preguntaron a los estudiantes de qué grupo eran y decían que no. Los detenidos dicen que ahí mataron a los sobrevieintes y los echaron a la parte baja del basurero y los quemaron; hicieron guardias para asegurar que el fuego durara horas, le echaron diesel, llantas…” El fuego “duró desde la noche y hasta el 27 de septiembre, pero por el calor no pudieron manipular los restos sino hasta más tarde. Cuando los peritos analizaron el lugar, encontraron restos humanos”.
Tras lo cual los detenidos dijeron que cuando bajaron al lugar, recibieron la orden de “El Terco” de fracturar los restos de los huesos para depositarlas en bolsas de basura negras tiradas a un río de la región.
