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Testimonios Señalan Que Autoridades Tardaron ¡24 Años! En Detener A Mamá Rosa

STAFF / @michangoonga

mamá rosa con leonel godoy
Mamá Rosa hace tres años dialogando con el entonces gobernador Leonel Godoy

Luego del nuevo escándalo michoacano que se cierne tras el aseguramiento del albergue “La Gran Familia” en Zamora que funciona desde hace más de 40 años donde fueron hallados 500 menores habitando en pésimas condiciones bajo denuncias de secuestro, abuso sexual y tráfico de órganos entre otros, al menos desde el 2010 existen señalamientos y acusaciones por diversas irregularidades contra Mamá Rosa y su albergue de La Gran Familia en Zamora, Michoacán.

En agosto del 2010 el diario El Universal realizó un reportaje sobre “una casa hogar que es, en realidad, un centro de detención para menores, quienes una vez ingresados no pueden abandonar las instalaciones sino al cumplir la mayoría de edad, aunque sean los propios padres quienes demanden su salida, denunciaron padres de familia que luchan por sacar a sus hijos de ese lugar”.

Casualmente dicho señalamiento es el mismo por el que hoy  se realizó un operativo de fuerzas federales en conjunto con autoridades estatales en dicho albergue luego de que cinco padres denunciarán una situación similar respecto de no poder ver a sus hijos, según informó el gobernador de Michoacán, Salvador Jara.

Al menos 24 años se tardaron en actuar las autoridades a partir de lo que El Universal refirió en su momento: “La casa hogar “La Gran Familia”, fundada y dirigida por Rosa Verduzco, “Mamá Rosa” o “La Jefa”, ha sido cuestionada en diversas ocasiones, sostiene denuncias de maltrato a las niñas y niños internados en ella, así como la retención ilegal de menores, las cuales han sido ignoradas por autoridades locales y federales”.

El periódico tomó la  opinión  de Gerardo Sauri, relator de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y ex director de la Red por los Derechos de la Infancia, quien dijo que la casa hogar es un centro de detención donde los menores están privados de su libertad, situación que contradice las disposiciones del sistema de justicia para adolescentes.

“Algunas denuncias se han ventilado en medios de comunicación locales, a los que han recurrido los padres de los menores retenidos en el albergue en su lucha por recuperarlos, hasta ahora sin éxito, pues en algunos casos ‘La Jefa’ ha exigido hasta 400 mil pesos por devolver a los niños” apuntó el periódico y ejemplificó:

“Éste es el caso de Martha Inés López Ramírez y Marcos Balderas Robles, quienes han tratado de recuperar a su hijo Fernando Moisés, que tiene siete años, al que internaron en la casa hogar a sugerencia del DIF municipal de Cortázar, Guanajuato.

En febrero pasado el ayuntamiento de Zamora a través de la alcaldesa Hilda Abascal le entregó un donativo de 14 mil pesos para manutención del albergue
En febrero pasado el ayuntamiento de Zamora a través de la alcaldesa Hilda Abascal le entregó un donativo de 14 mil pesos para manutención del albergue

Como ellos, otras cinco familias han presentado denuncias ante la Procuraduría General de Justicia de Michoacán y han recurrido a la presidencia municipal de Cortázar, la Comisión estatal de Derechos Humanos, al gobierno del estado, a diputados y senadores sin resultado.

Martha relató que su hijo recibía atención por hiperactividad en el DIF de Cortázar y al no mostrar avances en el tratamiento la trabajadora social, de nombre Beatriz, le recomendó el albergue, donde corregirían sus problemas de conducta.

Los padres de los niños internados en la casa hogar sólo pueden visitarlos una vez cada cuatro meses, y las visitas se realizan en presencia de un custodio del albergue, por lo que los menores no pueden hablar libremente del trato que reciben, explica.

“La última vez que lo vimos fue el 23 de abril, el niño tenía paperas y una fiebre muy alta, fogazos en la boca. Parecía que estaba ‘dopado’, ni siquiera reconoció a su papá. Además estaba golpeado, nos han dicho que los niños incluso son violados”, recuerda.

Otra de las irregularidades, que se repite en todos los casos, es que los padres son obligados a firmar un acta notarial en la que otorgan la custodia de sus hijos a Rosa Verduzco, y aceptan que sean internados hasta la mayoría de edad en la casa hogar.

En el acta, elaborada por Luis Fernando Alcocer del Río, notario público número 2 de Michoacán, los padres se comprometen a entregar de 20 a 40 pesos mensuales para la manutención de sus hijos, y se obligan a vestirlos y calzarlos durante el tiempo que permanezcan internados.

Al igual que los esposos Balderas López, las familias de los menores Marcos Francisco Rodríguez Castro, de 12 años, y Luis Patiño Pérez, de 14, han denunciado ante diversas instancias las reiteradas negativas de Verduzco por devolverles a sus hijos”.

En todos los casos, los niños han sido canalizados a la casa hogar por el DIF, refiere el reportaje.

El Universal contactó a “Mamá Rosa”, quien aseguró que la mayoría de los menores internados en la casa hogar provienen de familias disfuncionales, y que incluso son los propios padres de familia quienes acuden al lugar para solicitar el apoyo. Dijo que ellos se encargan de brindarles a los niños alimentación, servicio médico y principalmente educación, y en ocasiones hasta identidad legal, ya que muchos de ellos no están ni registrados.

mama rosa albergue niños mizamora
Mamá Rosa en su albergue con pequeños albergados / Foto: MiZamora.net

“Confirmó que, efectivamente, después de exponerles a los familiares del menor las condiciones de ingreso, como son pagar una cuota mensual, vestir y calzar al pequeño y no sacarlo de la casa hogar hasta los 18 años de edad, se realiza el convenio ante un notario público». Sin embargo, dijo, “a muchos de los chicos los van abandonando los padres en el transcurso de los años”, expuso el medio.

“Comentó que si los padres deciden sacar a su hijo antes de los 18 años tienen que acudir personalmente con ella a exponer los motivos por los que requiere llevárselo antes de tiempo, demostrar su mejoría como familia, y si se llega a un acuerdo, pues el convenio se disuelve. Pero, agregó, “nosotros estamos reacios a que se los lleven antes de que termine el convenio porque luchamos mucho para integrarlos, para darles pertenencia, para que sistematicen su educación, para que lleguen a ser alguien”.

Y El Universal repone que “las denuncias en contra de esta casa hogar no son recientes, tienen por lo menos 20 años, pero nunca han prosperado porque al parecer la directora es una persona con fuerte presencia política en el estado, explicó Sauri, quien hace tiempo visitó las instalaciones de “La Gran Familia”.

“Sí pude constatar que los niños estaban privados de su libertad. Teníamos versiones de niños que al parecer se habían fugado del albergue, que hablaban de un lugar donde se les encierra y tortura, pero la directora no nos dio acceso y no pudimos ver todas las áreas”, refirió.

La internacional revista de Selecciones del Reader’s Digest, correspondiente al mes de enero de 1975 publicó un dulce reportaje sobre la presunta obra caritativa que Mamá Rosa que ya para entonces le había ganado fama mundial.

El reportaje de Selecciones abre con: “Es una mujer que necesita rodearse de niños desamparados. Empezó  recogiéndolos en la calle; luego los recibió de padres que no los querían; después, la policía y los tribunales le entregaban chicos abandonados o delincuentes. En los 24 años últimos se ha encargado de cerca de 800 niños, y actualmente, a los 39  años de edad cuida de 170 “hijos” de uno a 24 años. Aunque no ha tenido hijos, es  la madre “natural” de 44 chicas y muchachos, y madre adoptiva de otros 43.

Se trata de Rosa Verduzco, de Zamora estado de Michoacán, en México.  Los cosecheros de fresas de los alrededores de esa ciudad, los chóferes de las líneas de autobuses, y los funcionarios locales y del Estado, todos la conocen por  Rosa, la indomable matriarca de La Gran Familia. Sus hijos le llaman Mamá; sus  amigos, sencillamente Rosita. No obstante el diminutivo, es una mujer robusta y vigorosa, capaz de jugar al fútbol descalza. “Tú puedes llamarme la Gorda”, me dijo.

“Soy una mujer primitiva”, declara alegremente. “No oculto lo que soy ni lo  que siento”. Sin pretensiones, sincera, franca, su personalidad es efusiva, formidable, incontenible como un alud. A veces su voz y su vocabulario son dignos de un carretero. Una hora después de haber abofeteado, en un rapto de ira a algún chico culpable de una maldad, el remordimiento la agobia. Cuando algo le alegra, estalla en sonoras carcajadas. Si uno de sus niños se enferma su preocupación y sus temores son tan intensos que ella misma cae indispuesta”.

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