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A través de su columna de este día Bajo la Lupa, el periodista Armando Saavedra ha señalado un gasto ostentoso, oneroso, y sin
sentido de parte del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del estado de Michoacán, Juan Antonio Magaña de la Mora, a quien señala inclusod e poseer una docena de camionetas Suburban a su disposición.
A través de su texto editorial titulado “Magaña de la Mora y su ‘guardadito’”, el columnista Saavedra acompaña su versión con imágenes de las presuntas camionetas compradas por el titular del Poder Judicial de Michoacán, las cuales serían parte de una serie de gastos superflúos como la remodelación de oficinas empezando por la suya, todo hecho con dinero público, luego de presentar un superávit presupuestal.
Señala el periodista: “Sí un sospechoso “guardadito” el hecho por el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del estado de Michoacán, JUAN ANTONIO MAGAÑA DE LA MORA. Ya habíamos señalado que en el ejercicio fiscal del 2013, el Supremo Tribunal de Justicia, había tenido un superávit presupuestal de casi 300 millones de pesos, los cuales de acuerdo a la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público, tendría que haber regresado a las arcas estatales, sin embargo, a MAGAÑA DE LA MORA le pareció inaudito tener que regresar esa enorme cantidad de recursos no ejercidos, pues la consecuencia inmediata sería que el Congreso del Estado, reduciría el presupuesto para el 2014 del STJE, así las cosas, en conciliábulo con sus “asesores” decidió regresar solo 120 millones de pesos y programar obras y compras emergentes, con los casi 180 millones de pesos restantes”.
Y asienta posteriormente que “Ya con dinero en la mano, JUAN ANTONIO MAGAÑA, lo primero que determinó, fue la remodelación de su oficina en donde solo se gastó la mísera cantidad de 2.5 millones de pesos, para trasformar el modesto y sobrio despacho del presidente, en una oficina victoriana afrancesada, con muebles importados y un baño privado envidiable por el más estrafalario actor hollywoodense”.
El resto de los señalamientos sobre Magaña Mora y sus presuntos gastos excesivos:
¿Y QUÉ HACER CON EL DINERO?
Se preguntó el jurisperito y decidió adquirir bienes inmuebles, terminar obras en proceso, remodelar algunas otras oficinas del tribunal para que no se notara lo de la suya, adquisición de equipo de cómputo e impresión, todo hasta por 100 millones de pesos, eso sí, la mayoría de las compras y obras, se asignaron por “adjudicación directa”, para que meterse en la burocracia que significaba concursar obras y compras, pues como decía el Maestro MARIO CARRILLO, “sí no hay compras y obras, pues no hay sobras” y sí, le sobraron aún varios millones de pesos sin saber qué hacer con ellos, con el riesgo de tener que regresarlos, así que:
PARQUE VEHICULAR “PRIVADO”
Con la urgencia de gastar el dinero público, MAGAÑA DE LA MORA, ordenó a sus colaboradores administrativos, ya sabe usted quien es el bueno para esos “detalles”, de manera que tomó la decisión de adquirir siete camionetas de la marca Chevrolet Suburban, por supuesto de lujo, para el servicio de la presidencia del tribunal, es más, se dice en los corrillos del tribunal, que al menos dos de esos vehículos son blindados, los que sumados a los 5 ya existentes, JUAN ANTONIO MAGAÑA DE LA MORA tiene para su servicio oficial y particular, un parque vehicular consistente en 12 camionetas de lujo Chevrolet Suburban. Eso hace un funcionario en un estado que se está muriendo de hambre, que está quebrado en sus finanzas, que no tiene para pagar ni la nómina de sus empleados. ¿Pero qué le pueden importar a MAGAÑA DE LA MORA los michoacanos? ¡Nada! Y eso que se sabe que en una de las listas del “comendatore” CASTILLO aparece Don JUAN ANTONIO, cosa que por supuesto, no le preocupa, pues puede creer que la tal lista, es para asignarle una candidatura, mínimo a diputado por su distinguido papel al frente del tribunal. Eso sí, a meses de su adquisición, las citadas camionetas están nuevecitas, sin usar”, cierra el tema el columnista.
En este link la columna completa: https://www.facebook.com/armando.saavedra.14
