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Una serie fotográfica que retrata un pasional encuentro de un parachico y la chiapaneca, personajes tradicionales de la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, está causando alto revuelo y mucha polémica entre los chiapanecos, algunos incluso sintiéndose ofendidos por el uso de prendas tradicionales en escenas cargadas de erotismo.
Las fotos corresponden a una serie fotográfica de Nefhtalí Flores, inspiradas en una ilustración de la artista plástica Astrid Breiter, en las cuales el templo de San Sebastián en ruinas, es testigo silencioso del candente encuentro de la pareja.
La polémica inició en Facebook red donde fueron compartidas por el autor y de inmediato levantaron controversia, siendo que varias personas las consideraron como una falta de respeto hacia la cultura de ese Pueblo Mágico, en tanto que otros cibernautas más las calificaron como una bella manifestación artística.
El medio Todo Chiapas entrevistó a la artista plástica Astrid Breiter quien refirió que la idea inició con un viaje a San Cristóbal de las Casas, ya que alguien le comentó que tenía un fetiche con las mujeres en traje típico, siendo de esa manera que la licenciada en Artes Visuales se le ocurrió realizar una serie de estampados para playeras con el diseño de mujeres portando vestimentas tradicionales.
La artista, originaria de Tapachula, creó una colección de 20 imágenes la llamó ¡Oh, chiapaneca mi amor!, inspirada en la frase ¡Oh, Lolita my love!, pronunciada por el protagonista de Lolita, película dirigida por Adrian Lyne en 1997. En la historia “el maestro dice esas palabras al estar admirando la belleza por la cual se volvía loco, por eso opté por ese nombre”, apuntó.
La imagen más vendida de la serie ha sido la del parachico y la chiapaneca en una escena erótica, la cual en palabras de la artista “es la representación del amor y sexualidad llevada desde el punto de las raíces y tradiciones”.
Entonces a Nefhtalí Flores se le ocurrió reproducir ese concepto en fotografías e invitó a Astrid a supervisar cada detalle. Hasta el momento, solamente se han compartido cuatro fotografías de este proyecto en redes sociales, pero continuarán con las sesiones.
Las imágenes han sido seriamente cuestionadas porque, a decir de los indignados, el usar pequeñas prendas es una ofensa que desvirtúa la cultura chiapacorceña. Según los inconformes, para este proyecto se utilizaron indebidamente los trajes regionales, sin embargo, lo que los modelos hicieron fue portar solamente una parte de la vestimenta tradicional.
“Deberían pensar que una fotografía es solo una idea subjetiva de las cosas, obra del autor. Dudo mucho que colabore para destruir una tradición tan bonita y arraigada como la del tema de esta foto. Deberían darse cuenta que la verdadera falta de respeto es la que nos dan a diario, el gobierno y las malas administraciones”, escribió Nefthalí en su perfil de Facebook para responder comentarios negativos sobre su obra.
El fotógrafo aseveró que su intensión no es ofender con sus imágenes y propuso indignarse pero con quienes “día a día nos meten gasolinazos, subidas al IVA, nos ensartan impuestos a como se les pega la gana, prefieren abrir más escuelas privadas patito a realmente comprometerse con el pueblo y brindar una educación de calidad para todos”.
En tanto que Astrid Breiter señaló que los comentarios negativos hacia la obra es “un poco decepcionante”, porque nunca pensó que les fuera a causar un pánico visual, “pero eso ha sido siempre, yo hago ilustración erótica como también infantil, pero la erótica siempre tiende a ser agresiva para la gente dependiendo el público, no siempre se puede agradar a las personas”.
*Con info de todochiapas.mx