Reyna no quiere gobernar/ By @paulalcantar
Por Paul Alcántar
Cuando en 2011 grupos empresariales y conservadores del panismo michoacano más reaccionario propusieron imponer a un candidato en común de todas las fuerzas políticas, con el aval de Felipe Calderón y desde la comodidad de Los Pinos, surgieron protestas enardecidas de otros políticos, actores sociales e intelectuales que tuvieron eco a nivel nacional por la peligrosa ejecución de una “democracia” simulada y controlada por la élite del estado.
En aquél momento se argumentaba que no había condiciones de seguridad para relevar al gobernador del entonces gobernador Leonel Godoy y que la probabilidad de un proceso electoral sangriento era alto e inminente.
Hoy sabemos el resultado de aquella intentona por aplastar el ejercicio ciudadano que por fortuna no se logró; pero hemos pagado un costo muy alto por la irresponsabilidad que el Gobierno de Michoacán ha generado con la ausencia de Fausto Vallejo del poder y del nulo margen de gobernabilidad que Jesús Reyna mantiene a pesar de que bien puede hacer de su gestión un estilo propio y que media población se lo pide a gritos.
Michoacán no está bien, eso lo sabemos y a muchos nos importa. Quienes auguran que la ausencia de Vallejo no importa mienten sin darle la dimensión a sus palabras y a sus pocos hechos. Si Jesús Reyna, el gobernador interino, sigue simulando que al estado que gobierna le hace mal generar una pésima imagen al exterior, entonces que se ponga a trabajar y deje a un lado esa victimización que le impide hacer lo mínimo esperado.
Porque Michoacán, según el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), se encuentra en el lugar veintisiete en productividad, colocando este mismo organismo al estado en uno de los peores en transparencia pública en cuanto a la fiscalización que le realizan año con año. Pero también su gobierno tiene muchas deudas con sus proveedores y muchas empresas que confiaron en los convenios establecidos de años atrás hoy sufren de una parálisis financiera que aleja la inversión privada y a la confianza de quienes quieren hacer negocios transparentes con la burocracia gubernamental.
La mala política de seguridad y los hechos violentos que han suscitado en las últimas dos semanas lastimaron al turismo. A nadie se le antoja salir a las carreteras de cualquier región sin pensarlo dos o más veces. Evaluar una salida a Zirahuén, a Pátzcuaro, a Maruata, a Los Azufres o a Jiquilpan se ha vuelto cotidiano en las familias que procuraban visitar los destinos maravillosos que ofrece el estado. Del turismo nacional e internacional ya ni hablar. El trabajo de hoteleros y restauranteros que meses anteriores trabajaron para eficientar sus inversiones hoy ha sido inútil.
Nadie quiere pasar por Michoacán cuando sabe que se asesina a un vicealmirante o que la autopista que une a las dos ciudades más importantes de México puede ser asaltada lo mismo por profesores que por la delincuencia organizada. Ningún empresario hotelero o de servicios al turismo querrá invertir en las playas que colindan con Guerrero o Colima porque por aquellos rumbos siempre habrá balazos.
No vienen noticias buenas para Michoacán, pero hace falta más que voluntad política para sacarlo adelante.
Chapulines
- Las manifestaciones purépechas ya llegaron a la Ciudad de México, exigen que los criminales salgan de sus pueblos. La masacre de Los Reyes hacia comuneros de Pamatacuaro sólo es la punta del iceberg de lo que realmente sucede en la Meseta.
- Son más las voces que se suman para que Reyna renuncie, los panistas son los que más insisten y los perredistas ya están preparando los discursos para que esto suceda. Veremos.
- Grilla Tu Madre tomará un receso y regresará en un mes, espero para entonces volver a reencontrarme con ustedes.
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