Investidura abollada/ By @gaeelico
Por Toño Aguilera
El rito de la unción está profundamente relacionado con la teoría de la investidura divina del gobernante, que a partir de la edad media sirvió para justificar los regímenes autocráticos. Según estas teorías, existe una identidad total entre Dios y el Gobernante. La naturaleza del gobernante, por tanto, es divina y todos sus actos, todas sus decisiones emanan directamente de una voluntad divina. El poder político, como capacidad decidir o imponer un comportamiento o conducta pertenece a Dios, y así, obedecer o desobedecer al gobernante es hacerlo directamente con Dios.
Esta teoría jugó un papel muy importante en el mundo antiguo para lograr la sumisión de los pueblos a la voluntad del gobernante.
Con el tiempo, a medida que el ser humano y la sociedad fueron cambiando, y el simbolismo de la naturaleza divina del gobernante quedó sin contenido y sin aceptación social. Le siguieron las teorías democráticas justificadoras del poder político.
Estas teorías fundamentan la justificación del poder del gobernante en el pueblo. Es decir, remplazan a Dios por Pueblo. Se pueden diferenciar de acuerdo con los significados que se otorguen al término “pueblo”. Si se atiende como tal a los ciudadanos, a las personas de carne y hueso que por reunir los requisitos de nacionalidad y edad, tienen los derechos ciudadanos.
La investidura del gobernador, concepto de origen latino, significa que el cargo está por encima de la persona. Así también lo están las instituciones que prevalecen en su carácter de entidades con significado histórico-social.
La investidura del gobernante implica que la Constitución estatal deposita en una persona las responsabilidades de gobernante y jefe del Poder Ejecutivo, y por voluntad democrática debería de conducir el rumbo y destino de Michoacán.
En los últimos años, la investidura del Gobernador en el estado ha sufrido un deterioro muy grave, no sólo en su representación simbólica, sino en su capacidad de gobernar y hasta de ser obedecido.
Tanto en el anterior gobierno, derivado de la presión y el acoso de un poder superior, en este caso del Presidente de la República, como en el actual, en donde el actuar del gobernador constitucional y del interino, han representado la crisis más grave de la institución que es la figura del gobernante.
Los achaques derivados de la violencia, la explosividad social, los vínculos con el crimen organizado, los conflictos políticos, la crisis económica y hasta los temas de salud, tienen a la figura del gobernador de Michoacán como una de las más vilipendiadas en el país.
Nos hemos de referir a la actual administración, en donde en menos de dos años se han contado con dos gobernadores.
Primero, los problemas de salud y las ansias por legitimar su gobierno, orillaron a Fausto Vallejo a reiterarse constantemente de su cargo de gobernador del estado, lo que generó episodios de evidente ingobernabilidad, desacato y desobediencia de muchos de sus secretarios, y de ausencia de una figura fuerte de poder.
El arribo de Jesús Reyna a la gubernatura en calidad de interino, impulsado por Fausto Vallejo, desembocó en la presencia de un gobernante sobre el que pesaban sospechas y acusaciones de vínculos poco claros con intereses oscuros.
Y el posterior retorno de Vallejo al poder, que generó una confrontación interna en su gobierno, vino a debilitar aún más la investidura del gobernante.
Los lamentables y a todas luces reprobables hechos del pasado 01 de mayo, en donde los trabajadores orgánicos del gobierno, los burócratas, confrontaron y agredieron al gobernador, fue uno de los episodios más lamentables en la historia de los gobiernos recientes en Michoacán, ya que no sólo las agresiones se dirigieron contra la persona de Vallejo Figueroa, sino para el cargo que ostenta.
La figura del gobernador está por los suelos en estos momentos, y es necesario que aquellas o aquellos que aspiren a suceder a Fausto Vallejo revindiquen la investidura del gobernante y que ésta vuelva a ser aquella representación que dimana del pueblo, con el pueblo y para el pueblo.
@gaaelico
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