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A diferencia de otras detenciones de poderosos capos del crimen organizado como Edgar Váldez Villareal “La Barbie” y Miguel Ángel Treviño, “el Z-40”, quienes lucieron relajados y hasta sonrientes en plena captura, al delincuente más buscado de México -y del mundo para la CIA- el Chapo Guzmán, lució sometido plenamente por elementos de la Marina, esposado y con el cuello doblado por un ,marino de los dos que lo custodiaban en primera instancia, acompañados a la distancia corta por otros tres agentes más y mandos de la Policía Federal comandados por el comisionado federal Manuel Mondragón.
Ello durante su traslado al helicóptero dentro del hangar de la Marina que lo trasladará al penal que será recluído, instante que sirvió para ser “presentado” a la prensa ya que, por cuestiones del debido proceso, y para evitar alguna falla legal o jurídica en el proceso, los delincuentes ya no pueden ser presentados como antes, en una sesión fotográfica escoltados y con objetos que les fueron incautados.
Durante su caminar, unos 50 metros entre el edificio y la aeronave, Guzmán Loera lució con un semblante serio y adusto, nada que ver con la sonrisa de la ‘Barbie’ ni el andar relajado del ‘Z-40’, aún cuando ambos fueron conocidos por sus acciones violentas y sanguinarias, el primero dentro del cártel de los Beltrán Leyva detenido en agosto del 2010; el segundo como líder de los Zetas, capturado en julio del año pasado.
El Chapo lució una vestimenta sencilla, sin algún elemento llamativo como el pantalón camuflajeado del ‘Z-40’ o la playera polo de la ‘Barbie’ camisa blanca y un pantalón de mezclilla oscuro, de bigote y pelo negro. Hay quienes aseguran que en su rostro se aprecian algunos indicios de cirugías plásticas.
Ambas ´presentaciones´fueron polémicas por la forma relajada en que aparecían los capturados mediante críticas en artículos periodísticos y redes sociales que cuestionaban si tales acciones no más bien ensalzaban sus figuras, lo cual al parecer se quizó evitar en esta capura del Chapo.
En su momento el procurador Murillo Karam respondió al cuestionamiento de no esposar al Z-40 dentro de instalaciones de la PGR: «Estaba perfectamente vigilado. Y cuando no hay necesidad de excesos hemos tomado la decisión de ser muy respetuosos de los derechos de cada quien, cuando no hay riesgo de que pueda ser fugado. Y en este caso estaba ya dentro de las instalaciones. Es el trato que se le está dando a todos».