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El padre Gregorio López, quien ha sido una de las personas más destacadas en los últimos días por su lucha contra el crimen organizado y sus constantes peticiones al gobierno para poner un alto a la situación de Apatzingán ha dado a conocer que tiene que recurrir a un chaleco antibalas para dar misa.
El sacerdote, quien nació en la ciudad de Apatzingán asegura que ya saben cómo está el movimiento en la ciudad, que lamentablemente es la cuna del crimen organizado porque de ahí son los líderes y creadores del cárte “Los Caballeros Templarios”, razón por la cual, él desde octubre de 2013 recurrió a oficiar misa con un chaleco antibalas porque sabe el riesgo que es estar ahí.
“Aquí ya sé cómo masca la iguana, cómo corre el agua, sabemos cómo está todo. Tenemos la fuente de la gente. Sabemos cuántos muertos y secuestros hay. Cuántos ranchos han robado, qué ministerios públicos, notarios y policías están con ellos. Sabemos la corrupción que hay en la Presidencia Municipal; le digo a Enrique Peña que le beso los pies el día que tenga en la cárcel a Nazario Moreno, a Enrique Plancarte Solís y a Servando Gómez Martínez. No agarren al ‘Chiclano’ —en relación a Joaquín Negrete— él es el mil de ‘Los Templarios’. Agarren al 1, al 2 y al 3, y le beso los pies”, asegura el Padre Goyo, como lo conocen en la ciudad.
Gregorio López, quien en días pasados aseguró que “en misa no quiere ni perros ni templarios”, ha apoyado a las autodefensas por ser gente del pueblo, asegurando que quienes están financiando sus armas y lo que portan son empresarios y gente que tiene terrenos en el lugar, agregando que hay quienes han dado hasta 100 millones de pesos por la causa.
