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Luego de la polémica por el hackeo a la cuenta de correos de Felipe Calderón cuando era presidente por parte del gobierno de Estados Unidos, los medios nacionales se han preguntado ¿y quién era el responsable de cuidar la red de internet de Los Pinos cuando la NSA estadunidense intervino el correo electrónico del presidente Felipe Calderón?
Y pues resulta que el webmaster al que se le “colaron” los gringos es moreliano, egresado del Instituto Tecnológico de Morelia, su nombre: Jorge Alejandro Árciga Anzo, quien trabajó durante todo el sexenio como el responsable de las redes internas de la Presidencia de la República y tiene una historia en la que vale la pena profundizar refiere Pascal Beltrán del Rio en publicación de este día en Excélsior.
Egresado del Tec de Morelia como ingeniero en electrónica en 1996, Árciga llegó dos años después a la Cámara de Diputados para trabajar en el área de sistemas, siendo hermano de un líder del PRD, dirige la empresa Jarciga Consulting Group y presume estudios –al menos así aparece en un sitio de la red social Google+ que está a su nombre– en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), el ITAM y la École Nationale Supérieure des Télécommunications, de Bretaña, Francia.
Siendo director de Infraestructura y Telecomunicaciones en San Lázaro en 2004 se le acusó de pretender beneficiar a la empresa Avantel en una licitación, razón por la que fue sancionado e inhabilitado por la Contraloría Interna de la Cámara.
Fue precisamente durante su paso por San Lázaro cuando Árciga conoció a Patricia Flores Elizondo. La sobrina del político panista Rodolfo El Negro Elizondo había llegado a la Ciudad de México en 1994 desde Durango para probar suerte en Acción Nacional. En 1997, Patyfló se incorporó al Servicio Civil de la Cámara de Diputados, donde llegaría a ser secretaria general.
Tras el triunfo de Felipe Calderón en las elecciones presidenciales de 2006, Patricia Flores se hizo cargo del Fideicomiso para la Transición. Tras de la toma de posesión, fue designada Coordinadora de Administración de Los Pinos e invitó a Jorge Árciga al área de Tecnologías de la Información. Era febrero de 2007.
Luego de laborar nueve años en la Cámara de Diputados, Árciga fue sujeto a la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos por intentar influir en una licitación, junto con su subalterno Sergio Olvera Vera. Ambos promovieron un amparo, pero éste les fue negado por la Suprema Corte de Justicia en 2006.
La sanción no obstó ni legal ni moralmente para que Árciga fuera contratado como director general de Tecnologías de la Información en la Presidencia de la República, donde llamaría la atención de los medios por el alto salario que le fue asignado, cosa que también le llegó a suceder en San Lázaro.
Al final del sexenio, el escándalo volvería a tocar a la puerta del ingeniero michoacano. Su ex subalterno Olvera Vera fue despedido e inhabilitado por la Contraloría Interna de la Cámara de Diputados, cuando se desempeñaba como director de Infraestructura de San Lázaro.
En diciembre de 2011 tomó posesión de la Presidencia de la Cámara el diputado perredista José Guadalupe Acosta Naranjo.
Éste ordenó una revisión de las instalaciones de la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política. En un informe, publicado en la Gaceta Parlamentaria, el legislador explicó que se encontraron aparatos para realizar escuchas telefónicas ilegales.
En una segunda revisión, realizada por una empresa especializada en sistemas de seguridad, se confirmó la sospecha. Decenas de líneas habían sido intervenidas. Tras de revisar las centrales telefónicas de la Cámara se encontraron más aparatos para intervenir comunicaciones.
Mientras se realizaban las inspecciones, en enero de 2012, se descubrió que se habían violado los sellos colocados en las instalaciones. Tras de una investigación, se determinó que Olvera Vera había sido el responsable de obstruir las pesquisas.
Ahora que el gobierno federal ha decidido hacer caso de la denuncia hecha por el ex presidenteFelipe Calderón, respecto de la intervención de su correo electrónico por parte de la NSA, y la exigencia de que ésta se investigue, seguramente Jorge Árciga estará bajo el reflector.
“Me imagino que la Unidad de Delitos Cibernéticos de la División Científica de la Policía Federal y el Cisen –instancias que se encargarán de la investigación anunciada por el titular de Gobernación– querrán saber qué instrumentos mandó comprar Árciga para proteger la privacidad de la comunicación electrónica de la Presidencia de la República, cuánto costaron, a quién se le compraron y cómo se usaron”, remata el periodista.