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Cuatro jóvenes se dirigieron esta tarde al Papa Francisco en el Estadio José María Morelos y Pavón, para externarle las preocupaciones de dicho sector en el estado de Michoacán, como en el resto del país.
El testimonio de Alberto Solorio en particular, resaltó la preocupación de los jóvenes quienes no solamente trabajan y estudian, sino de la dificultad de no tener estudio ni trabajo, así como la avaricia y la corrupción, las cuales han ocasionado muertes víctimas del narcotráfico, la violencia y la explotación de las personas.
Dicha situación ha ocasionado muertes de jóvenes, así como la impunidad que no ha permitido a las familias de los asesinados estén en paz, por lo que lanzó al Papa Francisco varios cuestionamientos de cómo lograr la paz y “¿cuál sería el camino?”.
En tanto Carmen Daniela Román Fonseca, remarcó la frase que siempre se les dice a dicho sector de que “los jóvenes son la esperanza”, cuestionando “¿Quién nos da esperanza a nosotros?”, afirmando que el Papa Francisco “es la Iglesia en la que sí creemos”.
