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¿Que hay de Malo con los tatuajes? Parte II/ by @silixone

Por Sr. Suave

El Mimo, El Silis, El suave, El Bunny, El Moky, Makako, Suavecito y muchos muchos mas...La columna se llama six pack, porque me gusta la cerveza y en la bohemia siempre salen buenos cotorreos, abarca temas de cine, música y social-culturales.
El Mimo, El Silis, El suave, El Bunny, El Moky, Makako, Suavecito y muchos muchos mas…La columna se llama six pack, porque me gusta la cerveza y en la bohemia siempre salen buenos cotorreos, abarca temas de cine, música y social-culturales.

Cada vez más personas se sienten atraídas hacia el misticismo,  secretos o significados que encierran los tatuajes. Esta atracción o curiosidad invita a rebasar  la línea de la pasividad y probar el tatuarse, muchas veces los primeros tatuajes son en lugares donde no puedan ser percibidos fácilmente, aún por el miedo o precaución al qué dirán o qué pensaran de mi si estoy tatuado, o la falta de credibilidad que en determinado momento pueda representar tener un tatuaje o la simple asociación con organizaciones criminales o pandillas, pero también, es muy común que después de hacer el primero, el segundo viene de inmediato y muchas veces no para ahí, sino que  se torna en una adicción, una adicción inofensiva, sin víctimas, ni victimarios.

Los tatuajes siempre encierran detrás de ellos significados particulares, personales, cargados de emotividad e historia, pero también muchas veces son decoraciones que buscan hacer los cuerpos más atractivos. Se puede decir que los tatuajes son un mapa cronológico de la historia de las personas, son la historia grabada en el cuerpo, recuerdos, de momentos, experiencias y situaciones que le van dando significado de acuerdo al contexto.

Así, se justifica que durante un periodo de encierro, haya presencia de tatuajes, para marcar la experiencia, e incluso, sin afán de satanizar la práctica, se presentan para evidenciar la pertenencia a alguna logia o agrupación dentro de las cárceles.

Pero fuera de este contexto, el tatuaje es artístico, no porque dentro de las cárceles no lo sea, pero carecen muchas veces de colores o la elaboración y perfeccionamiento, sin hablar de las regulaciones sanitarias a las que son sujetos los estudios profesionales por las condiciones y claro, también por la competencia, misma que exige cada vez más por parte de quien tatúa.

Para la mayoría de las figuras públicas, particularmente, dedicadas al entretenimiento, es también práctica común e incluso, es bien visto entre este círculo social, ya que día a día hay más deportistas, músicos, artistas, actrices que no reparan en mostrar sus tatuajes o modificaciones corporales.

Es muy común, caminar encontrarse publicidad de exposiciones, encuentros, diplomados de tatuajes, o incluso, cada vez es más frecuente encontrar publicidad de escuelas o de quienes ofertan clases para aprender a tatuar.

Quizá toda esta aceptación se ha popularizado por los medios, que en recientes años han hecho más abierta la imagen y vida de la gente dedicada a tatuar o de la gente que se tatúa, como se realizó con la popularización de un programa de televisión llamado Miami Ink, que plasmaba la vida de los tatuadores de este popular estudio de tatuajes en la ciudad de Miami, Florida y la relación con sus clientes, e incluso con parte de la vida de los mismos.

Quizá con esta apertura por parte de los medios a este tipo de gustos y expresiones se comience a erradicar poco a poco ese fantasma que se posa sobre las diferencias sociales y particularmente en nuestro país, porque en realidad, no hay nada de malo con los tatuajes.

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