SOFTNEWS

Como ayer, hoy

Por Sr. Suave

El Mimo, El Silis, El suave, El Bunny, El Moky, Makako, Suavecito y muchos muchos mas...La columna se llama six pack, porque me gusta la cerveza y en la bohemia siempre salen buenos cotorreos, abarca temas de cine, música y social-culturales.
El Mimo, El Silis, El suave, El Bunny, El Moky, Makako, Suavecito y muchos muchos mas…La columna se llama six pack, porque me gusta la cerveza y en la bohemia siempre salen buenos cotorreos, abarca temas de cine, música y social-culturales.

De cuando en cuando, volteo al pasado a dar una olfateada del buen pasado que tuvo alguna vez lugar en mi vida y sin afán de quedarme situado ahí, trato de recordar con gusto las comidas, fiestas, viajes y de más comodidades con las que antes vivía, mismas que ahora veo como lejanos lujos.

No es una situación extrema, siempre hay una luz en el horizonte, siempre a mi lado tengo una fuerza alentadora que me exige no desfallecer, que me invita a seguir adelante, a caminar cada vez con paso más firme y fuerte, mi hijo. Sin embargo, me es cada vez más común encontrarme con que la situación es muy similar en la mayoría de los hogares del país, se vive con una cierta desesperación porque el panorama se ve muy nebuloso, cada vez menos favorable para muchos.

Pero ¿qué es lo que está pasando en el país?

Es una pregunta abierta, a manera de reflexión, porque realmente es difícil tener una certeza sobre este tema en particular. Pero cuando yo trato de responder esta pregunta, se me viene a la cabeza el recuerdo de que no todos andamos caminando por las calles, al contrario, se pueden ver muchos automóviles nuevos circulando y no todos traen placas vencidas, muchos traen placas y engomados vigentes. No todos los niños van a escuelas públicas, al contrario, hay cada día nuevas instituciones escolares con nuevos sistemas de educación. De cada 10 fraccionamientos nuevos, 9 son construidos en las afueras de las ciudades con pegamento blanco y papel cascaron y uno es construido en un “nuevo desarrollo” dentro de la ciudad en una zona muy fresa y claro, con materiales de alta calidad y diseños vanguardistas.

Sí, hay de todo, pero no para todos. Y es de esta manera que puedo vislumbrar un poquito de que es lo que está pasando en nuestra sociedad, el dinero está en pocas manos y muchos tenemos muy poco. Sin embargo, esto no es por maldad o por un plan maligno para acabar con los pobres, bueno, aparte de que la cagamos eligiendo un mal presidente y eso se paga aparte, los hábitos y prácticas que tenemos como sociedad es lo que nos siguen sumiendo en este pozo sin fondo, en la pobreza, gracias al enajenamiento del bombardeo publicitario que se recibe por parte de los mass media y el mensaje, comprar, comprar y comprar. Y bueno, como sociedad orientada a la obediencia, ya nos chingamos.

Gastamos lo que no tenemos, lo que nos hace contraer deudas y aparte lo gastamos con los que ya tienen, incrementando así sus ganancias, dejando así el capital, en donde ya de por sí, hay capital. Es común ver que las tiendas en los barrios sean sustituidas por los minimercados o supermercados, ya que no son competencia, porque para ser competencia hay que invertir más y no hay tanto para invertir. Pero claro, es preferente ir a un supermercado donde voy a pagar con la tarjeta de crédito para contraer deuda con intereses altos, que comprarle a Doña pelos en la tienda de la esquina que ya de paso me hace esquina y hasta me puede fiar y sin intereses. Súmale que Doña pelos no va a estar chingue y chingue a su madre pa que le pagues vía telefónica si te atrasas unos días.

O para qué ir a un cafecito tranquilo a echar cotorreo y de verdad disfrutar de un buen café a un bajo precio, con un buen servicio y atención, cuando podemos ir a una pinche cadena multinacional que para pedir un puto café tienes que responder un puto cuestionario de nosecuantasmil preguntas, solo para que al entregártelo te llamen por tu nombre y ya, sentirse bien pinche hipster (aunque no lo seas) con un café toda la tarde viendo pasar a la gente cool del pueblo. Aparte bien pinche caro, por eso nomás se toman uno y duran horas y horas contemplando al resto de pseudo hipsters “trabajando” (léase: haciéndose bien pendejos).

Y mientras, el resto de lugares en la ciudad cerrando porque no hay varo. La gente propositiva, innovadora, creadora, como siempre sin que se les dé la oportunidad.

Esos comportamientos que tenemos como sociedad de irnos por las modas, irnos por lo llamativo. Un chingo de gente, durante el tiempo del carnaval, se quejan amargamente de que los toritos obstruyen el paso y las vialidades, pero todo ese tiempo que esperan quejándose dentro sus carritos con aire acondicionado, no se detienen a pensar que esos mismos toritos son los nuevos centros comerciales, los nuevos supermercados los nuevos bares, las nuevas cantinas, las nuevas cafeterías, los nuevos hoteles, los nuevos carros en que gastan su dinerito. Así como ayer, se atraía la atención de los indígenas con espejitos y multicolores, hoy se atrae la atención con multinacionales y así nos condenamos a seguir perdiendo (aparte de haberla cagado al escoger a un mal presidente).

Facebook.com/ColumnaChangoonga

Changoonga.com no necesariamente adopta como suyos los choros, chorizos, morongas  y chistorras publicados en ella y deja en sus respectivos padres (autores) la responsabilidad de todas las barrabasadas y debrayes que aquí plasman, producto de las ardillas hiperactivas que habitan en sus macetas. Si te gusta, ¡dale like y comparte!

Botón volver arriba