Menos grilla y más acción
Por Manuel Ochoa
Existen diversos problemas que aquejan al país, principalmente la inseguridad, pobreza, desempleo. Parece poco creíble que un estado del país que posee una inmensa cantidad de recursos tanto humanos como naturales, tenga un crecimiento muy por debajo de la media nacional, y aún más grave es que sus problemas sean mucho más complejos en comparación con regiones que cuentan con menores recursos.
A Michoacán le urge una reconciliación entre ciudadanos y gobernantes. La clase política vive alejada de la sociedad, en una burbuja que da como resultado un gobierno ineficiente, sin ideas, sin capacidad política, sin control institucional, y sin un rumbo claro. La situación actual resulta inaudita al ser un Estado en el que se han escrito páginas enteras de la historia de México. Tal parece que se ganó la guerra de independencia, cuya ideología nació en este territorio, pero se ha perdido la guerra contra los carteles del narcotráfico, los sindicatos, la corrupción política, y la apatía ciudadana.
Sin objetivos, sin un rumbo claro, y sin auténticos líderes que lleguen a sus puestos por sus competencias para desarrollar exitosamente el puesto, más que por sus dadivas políticas, el Estado está destinado al fracaso. Y es que la incapacidad de gobernar eficientemente ha puesto a la región “patas pa´ arriba”. Esta zona del país llena de naturaleza y cultura, a tal grado envidiable por otros estados de la república mexicana, tiene todo el potencial de crecimiento y desarrollo para tener una calidad de vida próspera en el ejercicio pleno de los derechos y libertades de todos sus habitantes, pero esto no ha sido así.
En campaña todos los políticos prometen luchar contra la pobreza, la inseguridad y contra la corrupción, sin embargo nunca hablan de las causas que originan estos problemas. Sin tener esta información no están en posibilidad de resolver dichos problemas al desconocer “cómo” enfrentarlos realmente. La principal consecuencia de enfrentar un problema con una solución incorrecta es que se termina incrementándolo en vez de exterminarlo, esto ha ocurrido cada cambio de gobierno en Michoacán durante los últimos años.
Los gobernantes actuales tratan de resolver los problemas de la misma manera en que se ha tratado de hacer desde hace años, teniendo el mismo resultado: un inminente fracaso. Se intentado resolver la pobreza con asistencia a los pobres, la inseguridad capturando y persiguiendo a delincuentes ( aunque a veces ni esto logran), y para la corrupción ni siquiera se han planteado soluciones.
Todo problema debe ser resuelto desde su raíz, se deben crear oportunidades para que los pobres puedan llegar a la riqueza, se deben de identificar las causas de porque personas comunes y corrientes se convierten en delincuentes. Actualmente los ciudadanos michoacanos se encuentran atrapados en un ciclo vicioso que no les permite moverse, ya que los ciudadanos ponen todas sus esperanzas en los políticos, y estos tienen una dependencia en los poderes fáticos, a quienes responden en sintonía con sus intereses, ignorando los de sus electores.
A Michoacán le urgen estadistas como gobernantes. Hombres y mujeres capaces de identificar y reconocer las causas de los problemas para aplicar soluciones eficaces que permitan resolver las causas de los problemas atacándolos de raíz, sin importar que en esta raíz se encuentren intereses de poderes fáticos.
Con resultados concisos se iniciaría la recuperación de la confianza en las instituciones michoacanas, pero no es una tarea que conlleve algunos años, es una tarea que conlleva toda una generación. Muchas veces ese es un problema, nadie se atreve a apostarle al largo plazo. Pero hay que darse cuenta que los grandes proyectos son los que dejan una marca indeleble en la historia de nuestro Estado.
Unir a todos los michoacanos en torno a un ideal debe ser el máximo objetivo, hay que defender a Michoacán por encima de cualquier partido político. Es tiempo de elevar nuestras expectativas y colaborar desde nuestros espacios en la construcción de una región progresista. Es necesario que quien gobierne Michoacán, sea capaz de facilitar las condiciones para que los mismos ciudadanos seamos los arquitectos del Estado en el que queremos vivir.