Como perros y gatos
Supongo que todos más de alguna vez han escuchado esta frase, “como perros y gatos”, haciendo referencia a la mala relación que prevalece a través del tiempo entre mis congéneres y los amigos gatunos.
La realidad es que sí, a la mayoría de los perritos nos disgustan los gatos, y a la mayoría de los gatitos les disgustamos los perros, me he de confesar con ustedes que yo soy uno de esos perritos, nada más veo un gato en la calle y me da por corretearlo como loca, ladrar como desesperada y hasta ganas de comérmelo me dan; nunca lo he hecho y nunca lo haré pero despiertan mi instinto y reacciono salvajemente, ahí está la respuesta a nuestro pleitecito milenario…. ¡¡El instinto!!
No crean que los animalitos somos como ustedes los humanos y que reaccionamos porque nos vieron feo, o porque “ese gato, anda diciendo que estoy bien gorda”, “la gata de enfrente me bajó al novio”, ni nada por el estilo, lo que nos detona el querer comernos a los gatos y a los gatos sacarnos los ojos es el puro instinto.
¿¿Y qué es eso del instinto?? Pues es la reacción natural de cualquier ser vivo para prevalecer, todo con fines adaptativos, de sobrevivencia y adaptación, bueno un montón de cosas que no entiendo muy bien.
Pero a pesar de ese odio heredado de padres a hijos, de odiarnos entre perros y gatos, también es muy cierto que la convivencia y manera de crianza puede aplacar esos instintos asesinos que nos provocamos entre nosotros, hay muchos congéneres que se relacionan de manera excelente con los gatitos; algunos están tan acostumbrados que duermen juntos, comen juntos, juegan, toman el sol, en fin, todo en santa paz sin mordidas ni ojos salidos.
Tengo una prima chihuahueña, Miranda, que le encantaba que Chiquita, la gatita de la familia, la peinara con su lengua ¡¡¡por horas!!! Tanto acicalamiento la dejo un poco calva pero ella sigue gozando los beneficios de esa amorosa madre gatuna; la Chiquita no se la come y Miranda no se histeriza.
Eso demuestra que todos podemos convivir de muy buena manera, siempre y cuando nuestro carácter, tanto de perritos como gatitos, nos lo permita y nuestras familias humanas nos lo inculquen, ya que no esperen que por ejemplo yo, acepte compartir mi cama con una gatito, no es por ser sangroncita pero no me agradaría ni poquito.
Así que recuerden que en esta perra vida, lo aprendido en casa tiene mucho que ver, no permitan una convivencia de perros y gatos negativa, edúquennos para aprender a convivir. Y no olviden ¡¡¡ADOPTEN, NO COMPREN!!! ¡¡¡¡Y ESTERILICEN!!!!
Aquí les dejo una listita de albergues, existen muchísimos más, estos son sólo algunos:
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