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La de este domingo, tal vez ha sido la marcha más númerosa en defensa de los derechos de los animales que se haya realizado en Morelia.
Al menos unas cuatro mil personas y unos dos mil peludos que abarcaban unas dos cuadras de la avenida Madero se dieron cita partiendo de la avenida Acueducto para enfilarse hacia Cátedral. En otras marchas, la asistencia no superaba las 1,500 personas.
Perros grandes, chicos, chiquitos, de raza, criollos, en brazos, chatos, rapados, llevaban a sus dueños y sus dueños los llevaban a ellos para pedir principalmente por una legislación estatal que los proteja.
Ahí estaban varias causas reunidas: los que piden el traslado de la osa polar Yupik del zoológico de Morelia por considerar que su salud empeora; los recientemente controversiales activistas antitaurinos que rechazan la práctica del toreo; los que promueven la adopción de perritos y gatitos callejeros.
Consigas particulares para el alcalde de Morelia, Wilfrido Lázaro, quien promueve prácticas taurinas como el toreo de salón entre niños, auspiciado por el ayuntamiento. “¡Entiende Wilfrido, Morelia no está unido!, expresaban.”
“Buscamos que toda la gente entienda que nosotros no estamos solos, que este planeta lo compartimos. No somos dueños de la vida de nadie”, refirió José Luis González, uno de los asistentes. Talía Coria, una de las activistas apuntó: «esta asistencia es increíble, y demuestra el interés y la conciencia que se empieza a despertar entre los morelianos. Somos más los que estamos preocupados por sus derechos, que quienes los atacan».
Entre ladridos y consignas, las y los morelianos hoy, este domingo, hablaron por aquellos que no tienen voz pero si tienen sensaciones, y merecen un respeto, a pesar de la desesperación de algunos automovilistas que buscaban cruzar la Madero.
Y a nivel de los participantes: