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¿Neta we?

Por SANDee

 

Este fin de semana en CNN en español, Xavier Serbia estaba muy acalorado exponiendo la nueva ley que el estado de Nueva York tuvo a bien sacar a luz, se trata de la prohibición del refresco tamaño jumbo. Quesque se multará al establecimiento que lo venda, y a quien sorprendan tomándolo.

 

Hazme el favor.

 

Nada más por eso, al alcalde Michael Bloomerg ya le dicen la “nanny”, o sea, la niñera (jijijijiji). Y es que se antoja un tanto infantil el manejo del “esfuerzo por lograr un mejor estado de salud entre la población”.

 

Según Xavier Serbia, -aquél güerito que cantaba con Menudo, ahora economista y titular de la barra vespertina de CNN-,  la prohibición es absurda porque la multa por poseer un refresco jumbo es de 200 dólares, mientras que por media onza de mois, es de tan sólo 100.

 

Su alegato: legal vs. ilegal.

 

Ya la gente se manifestó también, según el New York Times, son 6 de cada 10 ciudadanos los que están en contra de tal legislación, su argumento es que “la sustancia es legal y por lo tanto, están en su derecho de ingerir lo que se les pegue la gana”.

 

Eso sí. Aunque…

 

Lo que le falló a Bloomerg fue crear una campaña efectiva de información con las razones por las cuales el refresco es tan malo para la salud, sobre todo en cantidades tan excesivas como un vaso tamaño jumbo.

 

El refresco es malo para todos: niños, mujeres, ancianos y machos también. Según la Clínica Mayo, además de la cafeína, el sodio (sal), los colorantes y los saborizantes, el ingrediente gacho es la sucrosa, o jarabe alto en fructosa, como gustes llamarlo.

 

Este endulzante en cuestión, proviene del maíz, (genéticamente modificado) y es súper engordante, contribuye a la caries dental, a la debilitación de los huesos y fomenta la diabetes o la dispara en aquellos que están propensos, ya sea por herencia familiar o por estar pasaditos de peso.

 

Según el New York Times, lo único que va a lograr la mentada ley va a ser disparar la venta del refresco, pues si la gente no puede comprarse uno tamaño jumbo, simplemente comprará un six para administrárselo en dosis, mientras siguen alegando “violación a su derecho civil”.

 

El refresco es sabroso pero muy malo para la salud, pero el alcohol y el tabaco son igualmente dañinos, aunque no se ve en puerta ninguna ley que los regule. Una pregunta ¿Qué no estarán haciendo los empresarios refresqueros que sí hicieron los cigarreros y los alcoholeros?

 

Mientras tanto, ya la gente se pitorrea de la ley antisoda, checa estos cartones:

Ley anti soda        

 

 

@rocklife1

 

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