Hechos son amores

Por Padre Pistolas
Día grande para nuestro atribulado país. Miguel Hidalgo, cuya madre Ana María Gallaga nació en el vecino pueblo de Jururemba y bautizada en Huaniqueo de Morales, Michoacán, ha sido minimizado por nuestra sociedad y gobierno actual.

Hidalgo, fue alumno de Padres Jesuitas en el actual palacio Clavijero, del Colegio de San Nicolás, Tesorero, maestro y rector del mismo, fue el Gran Iniciador de la Independencia de México, hizo su tesis de Teología en el idioma Otomí, dominaba además el purépecha, francés, español y latín, tocaba el violín, enseñaba la fabricación de tabiques y loza de barro, vino de uva y cultivo del gusano de seda y la fabricación de ropa;  San Felipe y Dolores, Guanajuato, eran pueblos polvorientos y pobres, era astuto como un “zorro”.

Tenía este don de gentes para unos indios que odiaban a los militares y autoridades virreinales que los esclavizaban, arriesgó su vida y su fortuna de varias haciendas, degolló y despojó de sus bienes por lo menos a 500 españoles ricos, que lógico, lo comparaban con el demonio acomodándole toda clase de vicios y mujeres, y ahora bajo el pretexto de presentarlo de carne y hueso y con el único fin de vender sus libros, disque novelas históricas y películas taquilleras se la creen, máxime que nuestro pueblo mexicano encabezado por su presidente copetón nunca leen libros tristemente.
Santiago el Apóstol antepone las obras a la fe, la cual en sí no prueba nada y además se acaba con la vida en la gloria o en el infierno, en cambio las obras a favor de los demás sin ningún interés y sólo por caridad perduran siempre. “Christós” palabra griega que significa Mesías en español “hijo del Bendito” fue la pronunciada por San Pedro cuando nuestro Dios y Señor les pregunta a sus apóstoles sobre la identidad del mismo Cristo, no quería una idea de rey terreno ni un enfrentamiento contra los romanos, su arma poderosa con la que venció a sus enemigos entre ellos a la muerte fue su bondad y su abnegación, no la espada, en el matrimonio en la guerra y en la lucha pasional contra los vicios es la bondad, no el pleito y las armas.

San Francisco de Asís conquistó los lugares santos de Belém, Nazaret, El Calvario etc. con cánticos y caridad, lo que no lograron 200 años de cruzadas y guerras. Todos deseamos ser amados, el salmo nos da una gran lección: “amo al Señor porque escucha mi voz…porque me presta atención…porque es bueno y justo”. ¿Cómo nos van a querer, cuando no los escuchamos con la atención y les hacemos males?

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