Adid Jiménez
El tiempo no perdona, como prueba está el templo de San Francisco, ubicado en el sitio histórico de donde surgió la Nueva Valladolid, en el cual se pueden apreciar varias zonas descuidadas.
Basta con levantar la mirada mientras se observa su torre, donde la humedad y el descuido han provocado el crecimiento de varias plantas las cuales, por obvias razones, no deberían estar ahí.
Musgo, hierba, enredaderas y hasta algunas plantas de tallos altos toman posesión poco a poco de cada centímetro de la torre, especialmente en la cúpula, los nichos y las cornisas.
[a_gallery]