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Mediante un artículo titulado “Complot contra MVS”, el periodista especialista en temas económicos, Alberto Aguirre M. publicó este miércoles en el diario El Economista una plática que tuvieron, meses antes, diversos periodistas y analistas del sector para comentarles su proyecto de banda ancha, la misma que esta semana le fue retirada por la Presidencia de la República.
El periodista Aguirre confirma que la versión del presidente del MVS, Joaquín Vargas, es la misma que brindó en ese encuentro: la Presidencia de la República presionó para que la conductora estelar de noticieros, Carmen Aristegui, ofreciera una disculpa pública tras cuestionar sobre el presunto alcoholismo del presidente Felipe Calderón.
Así lo cuenta el autor: “Era una noche lluviosa, a finales de marzo del año pasado. Joaquín Vargas lucía cansado, aunque su buen humor despejaron cualquier ánimo de consternación o abatimiento de la mesa del restaurante al que había convocado a media docena de “líderes de opinión”.
Era la semana previa a la presentación de su propuesta de “banda ancha móvil para todos”, su última oferta al gobierno federal para usufructuar plenamente las concesiones de la banda de 2.5 GigaHertz, el Presidente del Consejo de Administración de MVS Comunicaciones había reservado algunas horas para exponer los detalles de su proyecto a expertos en el ramo de telecomunicaciones, a columnistas financieros y comentaristas políticos. La mitad de los invitados no se presentaron.
Ese desdén no afectaba al empresario, sabedor que muchos de los convocados forman parte de las barras de opinión de las grandes televisoras ( colaboradores de Televisa sí aceptaron, de TV Azteca, no). “No hay loco que coma lumbre”, sentenció. En términos estrictamente periodísticos, la cita no tenía desperdicio: hacia un mes del affaire que sacó a la periodista Carmen Aristegui del aire, liada con los directivos de Noticias MVS y -de acuerdo con las versiones que corrieron en esas caóticas semanas- por presiones de Los Pinos.
Esa noche, ante tres testigos, Vargas Guajardo ofreció detalles de esas horas críticas. Y también, de las ríspidas conversaciones que antes tuvo con otros funcionarios calderonistas, entre ellos el actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade, siempre en litigio el premio económico que debía pagar MVS Comunicaciones por la explotación de la banda 2.5.
Su versión de los hechos es igual a la que ayer hizo pública: por instrucciones presidenciales, la negociación sobre la banda 2.5 quedaba congelada hasta que Aristegui ofreciera una disculpa pública al presidente Calderón.
El Presidente de MVS Comunicaciones atajó a ese inverosímil pedimento, con un argumento contundente. A Carmen podía pedirle cualquier cosa, pero estaba 100% seguro de que no accedería a presentar tal disculpa. Y trató de concientizarlos del despropósito de su petición, por lo que implicaba, que no era otra cosa más que el despido de la periodista, al que seguiría una reacción de su auditorio y un escándalo que se saldría de control.
En Los Pinos contraargumentaron: Vargas Guajardo debía decir que el despido de Aristegui era una decisión de la empresa y no producto de las presiones del gobierno federal.
“Por supuesto me negué a ello”, dijo ayer Vargas. Vino entonces un boletín de Los Pinos, negando las supuestas presiones.
Resulta obligado recordar que entonces Aristegui formuló un llamado para no permitir que se acabara el noticiero, a raíz de aquellas presiones inadmisibles que, de concretrarse, derivarían en cortarle la cabeza. A la distancia, la conductora de la Primera Emisión de Noticias MVS sigue pensando lo mismo.
“Lo de hoy es esencialmente lo que yo dije entonces de lo que había sucedido”, refirió a este espacio, cuando se le consultó al respecto.
Después de ese incidente, los directivos de MVS mantuvieron contacto con los funcionarios de Los Pinos. La relación quedó truncada hace dos semanas. Para mayor precisión, el pasado 3 de junio, cuando la Directora de Comunicación Social de la Presidencia de la República -según los dichos de Vargas- ofreció a MVS una ventana para destrabar el proyecto de la 2.5 “siempre y cuando MVS accediera a no impugnar ni jurídica ni mediáticamente”.
Desde 1989, MVS opera frecuencias en la banda 2.5, cuando recibió la primera asignación por parte del entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, Andrés Caso Lombardo. Por la vía de subastas convocadas por la Cofetel, el grupo que comanda Vargas se hizo de una veintena de concesiones y de casi 30 por la adquisición a terceros.
El uso de esa parte del espectro radiológico permitió, en su momento, la puesta en marcha del proyecto MVS Net, para brindar servicios de Internet inalámbrico, y la transmisión de señales de audio y televisión restringidas, vía MVS Multivisión y Multiradio Digital.
Los 60 títulos de concesión que llegó a acumular la familia Vargas significaban, en su conjunto, la posibilidad de ofrecer servicios adicionales de telecomunicaciones. ¿Cuáles? La multicitada banda ancha, que no sólo se traduce en la transmisión de datos, sino también de imágenes al instante. Para el usufructo completo de la banda 2.5 tenían que pagar una contraprestación al gobierno federal.
A finales del sexenio de Vicente Fox expiraba un paquete de títulos equivalente a 12% de las concesiones. De acuerdo con la legislación vigente, todos los concesionarios tienen derecho a una prórroga, por un plazo igual al originalmente otorgado, siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos.
Inicialmente, la Comisión Federal de Competencia emitió dictámenes favorables a de MVS comunicaciones, pero en diciembre del 2008 falló en contra de la prórroga de las nueve concesiones que habían expirado y se pronunció en favor de la licitación de la banda 2.5; en tanto que en febrero del 2010, la SCT declaró oficialmente terminada la concesión de Canal 52. Cinco meses después, se negó a validar la modificación de los títulos de concesión, lo que hubiera permitido ofrecer servicios móviles a través de nuevas tecnologías.
De inmediato, vino un desmentido de Grupo Televisa, que además de externar su extrañeza por las declaraciones de Joaquín Vargas, fijó postura: “El tema central que afronta MVS es un diferendo con el gobierno sobre el monto de la contraprestación que tiene que pagar al Estado mexicano. Televisa es ajena a esas discusiones…”, externó.
Lozano, exsecretario del Trabajo, de plano desconoció a su amigo Vargas Guajardo.
“Desde que contrató a @AristeguiOnline me confió que lo hacia para tener punch político, especialmente frente a Televisa”, reveló el ahora Senador electo, vía Twitter.
Este es el link donde se puede hallar el artículo extraído de El Economista:
http://eleconomista.com.mx/columnas/alberto-aguirre-m/2012/08/15/complot-contra-mvs