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Y la armó de tos

Por Mar Proud

Y entonces el tipo entró a un cine y decidió ametrallar a cuanta persona se le puso en frente… Mató a 12 e hirió a otras 70. Ahora, finge demencia y pretende que el mundo crea que es un «pobre enfermo mental» que no sabía lo que hacía ya que estaba en el medio de un brote de esquizofrenia.

¿Pero en qué mundo vivimos que cualquier cualquiera se hace de un arma y decide acabar con la vida de otro ser humano? Es terrible llegar al extremo de temer de quien camine por nuestro lado, yo no quiero vivir así. Cada vez estos «casos aislados» se hacen más comunes.

Desde 1982 en Estados Unidos han ocurrido al menos 56 masacres y tres cuartos de las armas utilizadas en estos actos asquerosos han sido adquiridas de manera legal. La mitad de los casos ocurrieron en escuelas o lugares de trabajo y sólo una de las personas catalogadas como multihomicidas es mujer.

Claro que Estados Unidos no es el único lugar donde estas cosas suceden, pero sí, por alguna razón, es el lugar en donde más pasan. Será cuestión de cultura, será cuestión de carácter social o será que por ser un lugar con 311 millones 999 mil 354 personas, las probabilidades de que haya alguien con tendencias homicidas se hacen mayores.

Cuando escuché esto en las noticias -porque cabe mencionar que yo aún escucho las noticias por la radio- me paralicé, se me heló la sangre y mi reacción inmediata fue abrazar a mis dos pequeños hijos como para inconscientemente protegerlos de una realidad atroz que era imposible ocultar.

Me pregunto ¿qué habrá pasado por la mente de James Holmes al haber cargado su auto con un arsenal de calibre militar con el cometido de matar a cuanto humano viera? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué o quién le dio la «luz verde» de decidir cuándo terminar con la vida de otra persona?

No puedo ni imaginarme el dolor de las madres que perdieron a sus hijos en esa noche, ni de las esposas, esposos e hijos que perdieron partes vitales de sus familias. Tal vez suene egoísta, pero doy gracias que no fue mi familia la que sufrió en este incidente.

A través de la historia siempre ha habido personas con hambre de sangre, de sangre humana. Y desgraciadamente siempre hasta el fin de nuestra historia las habrá. Me parece triste, me parece asqueroso, me parece completamente ajeno pensar en algún ser humano que se atreva a perpetrar cualquier acto agresivo contra alguien más.

¿Por qué se copian las catástrofes y no los aciertos? ¿Por qué se multiplican las tragedias y no las bendiciones? No cabe duda que los seres humanos involucionamos más de lo que evolucionamos y con estos actos lo demostramos.

twitter @marproud

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