El hombre y la piedra
Por Elly Castillo
Cierto día, Esopo fue enviado por su dueño, a ver si había mucha gente en el baño. Llegó allá y se encontró varios hombres que entraban a bañarse, no sin tropezar todos ellos con una piedra que obstruía la puerta. El último que vino miró el obstáculo, se bajó a quitarlo y pasó después sin estorbo alguno.
-Señor- dijo Esopo al volver a casa-, en el baño no había más que un hombre.
Fedro (Roma)
Cosas que ahí están pero que a nadie le interesan: este fin de semana se cierran los registros para candidatos a la elección extraordinaria de Morelia: Minerva, Marko y Willy, a escena.
Truchas: ¡Las meras meras son las promos changoongueras!
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