¡Ya chole con los de siempre!

Por Luis Bracamontes

Como está fresquecito el tema de la educación por ese documental pseudo-informativo “De Panzazo”, ¿por qué no echarnos unas cuantas líneas (no, no de las ilegales) sobre este tema en el que todos opinan? Con la premisa de que ¿si ellos meten su cuchara, por qué nosotros habremos de quedarnos sin cereal?

Según dicen las gentes que saben de esto, México tiene sistemas educativos bien arcaicos y está rezagado por mucho en comparación con otros sistemas… Pero eso ya todo el mundo lo sabe y quien no, fácilmente lo podría intuir. Lo chévere aquí es que afortunadamente sí hay alternativas para una educación más funcional que no permite el clásico jueguito de echarle la culpa al maestro de que no va o que no sabe, o que esto y que l’otro. Estoy hablando de “las Comunidades de Aprendizaje”.

Las comunidades de aprendizaje son un método pedagógico relativamente nuevo que plantea la posibilidad de que en vez de que esté sieeeeempre la figura del profe que lo sabe todo, que te reprende y te dice qué es y cómo se hace, haya un proceso en conjunto de un grupo que tenga las mismas finalidades; o seaseee, varios chavales que, en verdad, quieran aprender cierto tema. Así, todos irán desarrollando e investigando el tema en conjunto, reflexionando y aportándose mutuamente con ideas. El trabajo es compartido y la construcción del conocimiento es más activa, por ende, suele ser más efectiva y el estudiante le encuentra un mayor sentido a lo que aprende.

El conocimiento no sólo se consigue en las escuelas y no sólo viene de los maestros. Mucho se dice que “quien quiere, aprende”. Sin embargo, aunque se quiera, muchas veces se carece de recursos. Ahí entran nuestras maravillosas nuevas tecnologías como el señor Internet. Existen varios proyectos, entre ellos, algunos de la UNESCO que fomentan la creación de centros comunitarios con acceso a estos nuevos medios para, así, ayudar al progreso de los países tercermundistas (sí, pequeños, ahí también entra México por muy pegados que estemos al gabacho).

Lo bueno de estos tiempos es que ya se tiene acceso a estas maravillosas herramientas del demonio que son puertas a una infinidad de oportunidades e información de todo el mundo. Éstas pueden ser usadas para un bien más allá de actualizar el estado de Facebook. Éstas brindan algunas alternativas para que no nos quedemos con las mediocridades que nos ofrece la educación gratuita del gobierno en garras de un sindicato con una agenda.

Y ya con ésta se despide, por la verde nopalera, aquí se acaba el corrido la columna, de la guapa soldadera.

¡Chido la banda!

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