El año que se nos fue

Por Paul Alcántar

Hay momentos en la vida en la que se debe hacer un alto y reflexionar sobre lo que nos espera en el futuro. A veces pecamos pensando que éste no llegará pronto y que sólo es cuestión de esperar con paciencia lo que tenemos en mente para nuestro bienestar. Sin duda alguna, el 2012 fue un año interesante y de sobremanera muy particular para su servidor.

Debo confesar que me esperan grandes retos para ese “futuro” ya inmediato que debo tomarlos o dejarlos pasar  porque ya no debo esperar más. Sé que muchos de quienes me han leído, aunque sea por equivocación y el cual agradezco enormemente, también tienen algo qué ofrecer para el próximo 2013 y que no se detendrán para lograr sus objetivos.

Este año que termina fue provechoso para quienes participamos en un medio de comunicación, aunque sea de manera esporádica. Fue tiempo electoral y del despertar del PRInosaurio, que en verdad nunca se fue y que sólo incubó doce años de las malas administraciones panistas en el gobierno federal y de la decepcionante gestión del perredismo en el gobierno de Michoacán. Como bien lo dice Sergio Aguayo, dejamos la ciudadanía que los políticos y sus partidos consolidaran la transición para fundar una democracia sólida pero nos equivocamos.

Tal vez la vuelta en U no sea una mala idea.

Y queda la cosquilla, a pesar de todo,  que podemos ser emprendedores y arriesgarnos asumiendo los costos que pueden ser muy altos. No podría esperar de los grandes talentos que tiene mi estado natal, del que me siento tan orgulloso y del que me duele sus muertes, su pobreza y desigualdad de oportunidades. Ignorar lo que en Michoacán sucede es darse un tiro en la pierna y desangrarse hasta morir. No por ello es fortuito que lo que a nuestro estado le pasa tiene repercusión a nivel nacional.

2012 fue el año de la valentía de Cherán, de los conflictos de la Nueva Jerusalén, de la quiebra financiera del gobierno estatal, de la revuelta porril en la Universidad Michoacana, del retorno del viejo y vivo PRI, de la enfermedad de Fausto Vallejo, de la arrogancia de Felipe Calderón, de la deuda pública para el Teletón, de los medios locales al servicio del poder, de las elecciones federales, de los enfrentamientos criminales, de la ciudadanía temerosa, los presidentes municipales temerosos, del viaje navideño al Vaticano, del PRD desangelado, de la derrota de Cocoa, pero también del nacimiento de esta casa editora que tiene mucho qué ofrecer muy a pesar de todos.

Será un año lleno de éxitos para ustedes, nos leemos con gusto para el 2013.

Chapulines

1. Claro, si es que el gran equipo editorial de Changoonga quiere que “Grilla Tu Madre” siga apareciendo en este gran espacio.

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