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Tantéale a la sal

Por SANDee

Si abusas de ella te enfermas, si careces de ella también.

Así es mis avispados changoongueros, la sal no solamente añade sabor a nuestros alimentos y bebidas, su función va más allá, hasta niveles celulares de nuestro cuerpo. En concreto, el riñón, el corazón y el sistema nervioso necesitan su dosis diaria de sodio para funcionar normalmente.

La onda está en el equilibrio y éste comienza al probar los alimentos antes de sonajearle el salero durante un minuto. Casi siempre desde que se cocina un guiso ya se le ha agregado sal, si no, pregúntale a quien prepara la comida, o sea, a mamá.

Quienes durante toda su vida se mancharon con la sal, de mayores padecen problemas de salud serios que comienzan con la hipertensión arterial y rematan hasta en daño renal y hepático (riñón e hígado, pues), sin dejar fuera a las ya tristemente comunes trombosis o infartos.

En el Instituto Nacional de Salud Pública aseguran que para contrarrestar los efectos del sodio en el organismo es necesario tomar abundante agua, -los dos litros reglamentarios que recomiendan de todos modos-, para “lavar” los riñones que se sobrecargan con el exceso de sal, por eso la retención de líquidos.

A nosotras las chicas nos afecta un montón la retención de líquidos, especialmente durante los días de menstruación porque crea un efecto de hinchazón en vientre, manos y piernas además de que hace más penosos esos días porque acentúa los achaques típicos de cada mes.

No basta con alejar el salero de la mesa, todos los productos procesados (todos, toditititos) vienen adicionados con sodio, ¡hasta los dulces! Y si no me crees, checa las etiquetas de cualquier cosa que compres en la tienda: papitas, panes y pastelitos, refrescos, aguas para deportistas, yogurt y mil etcéteras.

Hasta los suplementos nutricionales traen un montón de sodio,  como los de la “energía”, el “bienestar” y para “mantenerse en línea”, el etiquetado te dice las cantidades, nada más para que le tantees.

Según la Organización Mundial de la Salud deberíamos de consumir unos 6 gramos al día de sal, pero la realidad es que los mexicanos nos metemos hasta 11 gramos diariamente, por eso la mitad de nuestra población es hipertensa.

El Sector Salud recomienda a quienes sienten que su comida necesita más sabor optar por pimienta, orégano, unas gotitas de limón o de plano unas rebanadas de chile serrano, la cuestión es no echarle más sal al guisado. La PROFECO hizo también un estudio, chécalo: http://youtu.be/WLD6Ac9LOzg

Twitter: @SanDeeMolina

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