¿Qué ocurre en México?

Por Fernando Juárez «El Sargento»

Espero se encuentren enterados de lo que ha esta ocurrido en estos días en la tierra de Quetzalcoatl, además del estreno de los juegos del hambre, los movimientos sociales que demuestran el descontento con la clase  gobernante son cada vez más grandes y no se ve que vayan a parar próximamente.

El detonante fueron los 43 alumnos desaparecidos en Ayotzinapan y de esa lucha encabezada por los padres de familia se han ido colgando cantidad de movimientos que no se encuentran relacionados de ninguna forma y de ningún modo, sin mencionar por supuesto a las pseudo estrellas de la mediocre farándula mexicana y de diversos ámbitos mediáticos, llámese blogueros, futbolistas, cineastas y la clase intelectualoide nacional.

Pero a fin de cuentas lo que comenzó como un grito de justicia ha ido tomando tintes preocupantes que algunos analistas han calificado como el preámbulo de un levantamiento civil, un golpe de estado o una guerra.

Pero los analistas no toman en cuenta algunos elementos importantísimos.

Se les olvida que somos mexicanos y que una de nuestras características es la falta de memoria, solamente podemos tener al mismo tiempo 2 o 3 pensamientos trascendentes, de lo contrario nuestro cerebro colapsa y se nos olvidan las frases de Yordi Rosado o peor aún, se nos olvida a qué hora pasa la Guerra de  los Chistes.

Ya se nos olvidó que todo el problema actual inicio por la Guerra de Felipe Calderón, ya se nos olvidó también que ese cabron hizo un mierdero de país y se fue a dar clases a Estados Unidos. También hemos olvidado que la cifra de desaparecidos no son nada más 43 estudiantes , la cifra estimada era de al menos 50 mil desaparecidos, y muertos ni se diga, los números más conservadores indicaban al menos unos 100 mil muertos relacionados con la lucha contra el narco y unas 10 mil bajas por el fuego cruzado.

También se nos está olvidando que las reformas estructurales que terminan vendiendo lo poco mexicano que nos quedaba ya se han firmado y pactado y la moneda de cambio fuimos nosotros, el pueblo dejado, y ni las manos metimos.

Otra característica que tenemos los mexicanos es que si no lo dice Aristegui o el Werever pensamos que son mentiras de los medios represivos del Estado, por cierto sabían que esa señora recibe al mes casi millón y medio como un reconocimiento su trayectoria y que dicho premio es otorgado por la Secretaria de Gobernación. Si no me creen busquen la nota que salió en varios periódicos.

Como iba diciendo, los medios oficiales solo nos cuentan verdades a medias, dan cifras erróneas, noticias repetidas, nos quieren tener con miedo y de vez en cuando nos ponen al Chicharito pateando un baloncito para no tenernos tan traumados. ¿Se dieron cuenta que cuando hubo partidos de futbol, los luchadores sociales no le movieron al avispero?

Todos somos peones en un juego de intereses, somos una nación considerada solamente como una mina de materias primas y mano de obra barata, somos una de las naciones donde el Outsourcing ha proliferado de manera grotesca y dicha práctica es denominada en Europa como “El Esclavismo Moderno”, así que de cierta forma somos 100 millones de esclavos, con nivel escolar de 6to. de primaria y me atrevo a decir que nivel intelectual de niño de 8 años.

Las marchas y movimientos de descontento tarde o temprano se calmaran, pues otra cosa que tenemos los mexicanos es que nos damos por vencidos si vemos que el camino es largo y en nuestra contra, siempre hemos preferido la ruta fácil, donde las cosas nos caigan solitas y no nos cueste nada.

Hemos perdido la capacidad de razonar, nos han quitado la posibilidad de soñar, somos un país de gente maleable, cualquier “luchador social” nos vende su causa y después nos vende sus libros y su autobiografía, ¿Se acuerdan de Javier Sicilia?, ¿Dónde está? Porque hace 2 años hasta hacia sus marchas exigiendo justicia, es curioso que en cuanto le publicaron sus libros y sus poemas dejo de luchar.

Como conclusión,  tenemos 2 caminos ante nosotros, uno lleva a la paulatina desaparición de los movimientos, al olvido y resignación de parte de todos los afectados y el otro camino lleva  a una represión brutal similar al 68, para calmar de una vez las aguas y así poder tener un clima de “paz”.

Ambos caminos son malos, pero espero que el espíritu cansado del mexicano se imponga y simplemente dejen de asistir a las marchas, que por cierto  están plagadas de infiltrados y grupos de choque pagados por intereses oscuros.

No le demos la satisfacción al poder de seguir metiendo inocentes a la cárcel, de seguir matando y dividiendo familias y pueblos enteros, dejemos atrás la mentalidad que llevamos arrastrando 500 años desde que nos conquistaron, dejemos de pensar solo en nuestros intereses y sobre todo pensemos a futuro, porque nuestro presente ya lo volvimos una mierda y hay que rescatar al país para las próximas generaciones.

Por desgracia no arreglaremos al país con #hashtags, tuits, videos y fotos tomadas en tonos sepia para añadir dramatismo, el cambio solo se logra con honradez, trabajo y esfuerzo, elementos difíciles de lograr y mantener, y aún más en nuestra gran nación.

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