¿Qué le pasó a Michoacán?/ by @ManuelOchoa_
Por Manuel Ochoa
Diez años atrás, Michoacán crecía económicamente a un ritmo superior a la media nacional, muchas empresas nacionales y transnacionales anunciaban futuras inversiones millonarias en el Estado, incluso se había contemplado la creación de todo un clúster automotriz que atraería a decenas de empresas del ramo a la región y crearía miles de empleos. Sin embargo diez años después, todo eso quedó en el olvido. Michoacán se convirtió en un Estado sin leyes, sin gobierno, sin autoridad, pero lo más importante y catastrófico, sin liderazgo.
¿Qué le pasó a Michoacán? ¿Por qué pasó de ser uno de los Estados con mayor potencial de desarrollo a ser uno de los más atrasados nacionalmente en diversos ámbitos? ¿Por qué la sociedad michoacana pasó de la esperanza al miedo, de la acción a la inmovilidad? Siempre será fácil culpar al gobierno de todo esto, pero todo aquel michoacano que no respondió al llamado urgente de su Estado para recuperarlo también es culpable de la situación actual. Michoacán se le fue de las manos no solo al gobierno, también a todos sus habitantes.
Existen regiones de la entidad donde se vive un verdadero estado fallido, municipios donde quien se encarga de presidir son los líderes de plaza de la delincuencia organizada, zonas con toques de queda auto-impuestos por los mismos habitantes, empresas que huyen, que han detenido totalmente su producción porque no tienen las garantías mínimas de seguridad. Los michoacanos han defraudado a su Estado, no han sido capaces de retomar las riendas de su futuro y se han dejado someter por unos pocos. Llámense normalistas, políticos grilleros, magisterio, carteles, esa minoría tiene el control de la entidad.
Al igual que los propios michoacanos la federación ha abandonado al Estado, muchos tenían la esperanza que teniendo un gobierno estatal priísta y con la entrada de Enrique Peña Nieto al poder, a Michoacán ahora si le iría “muy pero muy bien”, pero en la realidad esto no ha sido así. De hecho Michoacán ha sido relegado a un segundo o tercer plano donde ni siquiera desde el Pacto por México se han planteado soluciones para resolver esta ingobernabilidad; la Secretaría de Hacienda cierra la llave del dinero hacía unas finanzas públicas estatales quebradas, casi en bancarrota.
Es urgente que Michoacán brille de nuevo como aquellos años de gloria, esto sólo se puede lograr con la unión de todos aquellos que amen al Estado en torno a un objetivo común: arrebatar de las manos las riendas del Estado a aquellos que lo han llevado al desastre en que se vive actualmente, no con armas, no con fuego, tampoco con sangre, sino con aquello tan valioso que puede superar a cualquier arma que haya existido en la historia de la humanidad, las ideas.
Con inteligencia, innovación, ideas y sobre todo liderazgo, Michoacán brillará de nuevo. La acción social positiva debe incentivarse en todos los jóvenes del Estado ya que ellos serán los más afectados si el rumbo de la entidad continua por el camino actual. El empoderamiento ciudadano será clave para retomar la esperanza futura de un mejor entorno, pero este solo se puede lograr si se deja de lado la apatía e inicia el trabajo para la construcción de un tejido social fuerte cuyas redes no permitan que intereses contrarios quieran romper con la unión de todos los ciudadanos.
Antes de que la situación explote y se viva en una anarquía total donde impere la ley de sobrevivencia del más fuerte, la unión debe ser el motor para construir aquel Michoacán que se merece nuestro país, aquel Estado que alguna vez brilló, que fue cuna de personajes que cambiaron el rumbo entero de la nación, que contaba con la capital cultural de América Latina, aquel que sirvió de inspiración para grandes ideas que transformaron México.
Antes de que nos convirtamos en historia, es momento de escribirla y darle el rumbo que nos merecemos.
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