You know nothing, Chon Snow!// By @gaaelico
Por Antonio Aguilera
A principio de la década de los 90, George Bush padre era el sinónimo del cruzado occidental que buscaba acabar con la “bestia comunista” al final de la Guerra Fría y levantaba la espada del imperio en contra de la incipiente rebelión de los pueblos árabes, con la Guerra del Golfo Pérsico.
Tras cuatro años de guerras exteriores, Bush buscaba acabar con la bipolaridad mundial, sin embargo descuidó el patio interno. Por entonces surgió la célebre frase “¡es la economía, estúpido!», acuñada por James Carville, asesor del demócrata Bill Clinton, que detonó la exitosa campaña que en 1992 le impulsó desde su modesto sillón de gobernador de Arkansas hasta el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Con esta frase, Clinton ponía la luz en los problemas cotidianos y de las necesidades más perentorias de los ciudadanos, y ahora vuelve a estar de plena actualidad cuando los gobiernos de cualquier Estado o nivel, ya sea regional o local.
El Michoacán de hoy no es –como lo asegura Chon Orihuela- un estado pacífico, en donde los michoacanos puedan transitar sus calles sin estar exento del ataque de la delincuencia del fuero común, o quedar expuesto al fuego cruzado de la delincuencia organizada.
El tema de la seguridad es uno de los temas principales de éstas campañas, pero no se puede convertir en el gran tema de éstas campañas, ni para presumir los “avances” de la estrategia del Gobierno Federal en Michoacán –ya que ello trae a colación el evidente fracaso de Alfredo Castillo en su paso por el estado- ni para hablar de lo que “sí hizo” Felipe Calderón o lo que dejó de hacer el gobierno estatal en esa época.
Tampoco el tema de la campaña debe de ser “el tiradero” que dejaron los gobiernos del PRD o del PAN, no sin mencionar la debacle de tres administraciones del PRI, en donde han desfilado tres gobernadores, cinco secretarios de Finanzas, cuatro de Desarrollo Económico, cinco de Seguridad Pública y otros cuatro de Gobierno.
El “tiradero” hizo crisis del 15 de febrero del 2012 a la fecha, justo el día en que el PRI arribó al estado, y eso no se puede ocultar al tratar de mandar la campaña al 2011.
No se puede hablar en pasado, no se puede espantar a los michoacanos con lo que ya vivieron y que no hablar de lo padecieron en los años en los que el PRI ha gobernado la entidad.
La propuesta de un proyecto de gobierno preocupado por sus ciudadanos, debe estar más atento a resolver los problemas de estrechez de los michoacanos por la caída de la actividad económica.
El “orden para salir adelante” se debe de explicar más allá de lo que no queremos que se repita y centrarse en lo que queremos que suceda.
No se hace campaña con el miedo, se hace campaña con la esperanza. Se hace campaña con propuestas para mejorar la infraestructura educativa y de obras públicas, mejorar el sistema de salud, educación, servicios sociales, investigación y fomento de las nuevas tecnologías, seguir impulsado las inversiones privadas, abatir los problemas de recaudación que están teniendo las arcas públicas por la caída de la actividad económica, mantener el impulso de la economía desde una vertiente más integral, equilibrada, respetuosa y armoniosa con las personas y sus bolsillos.
Esto nos trae a colación al mítico personaje de la multipremiada serie de fantasía Game of Thrones, Jon Snow, quien ha demostrado valentía y fuerza de voluntad firme, pero que tiene cierta tendencia a dejarse guiar a veces por sus instintos, lo que tiende a ser algo inseguro y las dudas suelen hacer presa de él, por lo que tiene debates internos entre sus deseos y su deber frecuentemente.
Es un soñador, que con frecuencia pierde piso y esboza mundos irreales y suele estar atado a su pasado, y que despierta con el dolor de la realidad. Por ello, en lo que nos atañe, hay que rememorarle la frase mítica que pusieron de moda los Demócratas de Bill Clinton, o de plano hacerle ver su verdadera situación: You know nothing, Chon Snow!
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