Entre Vitrubio y phi
Por Luis Fabián Fuentes Cortés
El número phi (φ), también llamado el número áureo representa la conexión directa y, aparentemente, más sencilla, entre el arte y las Matemáticas.
Este número representa una constante matemática con valor de 1.6180339… Fue descubierta por los antiguos griegos como una proporción entre partes de cuerpos en la naturaleza. Por ejemplo, al dividir la anchura entre la altura de los ojos se podía encontrar una medida muy cercana al valor de phi.
Los griegos terminaron por adoptarlo como una medida estética y trataban de realizar sus obras tomando como base dicho número. Durante el renacimiento prácticamente se convirtió en una regla. Un ejemplo de ello es la obra de Da Vinci El hombre del Vitrubio.
Vitrubio fue el arquitecto encargado de la construcción de armas de guerra para el emperador romano Julio César. En la época de Augusto, Vitrubio escribió diez tomos sobre construcción, hidráulica, cuadrantes solares, mecánica y aplicaciones diversas en arquitectura civil e ingeniería militar. La obra de Vitrubio tuvo una gran influencia en los artistas del Renacimiento y se convirtió en el punto de partida de la mayoría de las obras artísticas de la época. Leonardo Da Vinci no fue ajeno a esta influencia.
En el hombre del Vitrubio se puede observar no solo la inspiración a partir de la obra de Vitrubio, también se observa el esfuerzo por realizar un vínculo entre el cuerpo humano y la arquitectura. Muestra al hombre como centro del universo al inscribirlo dentro de un círculo y un cuadrado. El cuadrado es ampliamente utilizado en la arquitectura clásica, el ángulo de 90° y la simetría son la base grecolatina de la arquitectura. Al mismo tiempo, Da Vinci realiza un estudio anatómico buscando la proporcionalidad del cuerpo humano basado en el canon clásico o ideal de la belleza asociado al valor de phi, con lo cual, Leonardo va más allá y muestra al hombre como parte de la naturaleza.
Los conceptos de proporcionalidad áurea no solo maravillaron a Leonardo. Aún en nuestros días, resulta impresionante la forma en que este número se presenta en la naturaleza. Rebasando las formas físicas macroscópicas, como las relaciones de medidas del cuerpo de los seres vivos, hasta en relaciones microscópicas como las medidas de las espirales de ADN.
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